Estrella de la Solidaridad Italiana a Giovanni Caridi


Grecia Aguilera

El gobierno de la República de Italia le otorgó el pasado miércoles 7 de mayo la «Orden de la Estrella de la Solidaridad Italiana», en el grado de «Cavaliere», al presidente de la Sociedad Dante Alighieri, comité de Guatemala, Giovanni Caridi por su significativo apoyo en el ámbito social, educativo y en áreas marginales, así­ como también por favorecer el acercamiento, diálogo y colaboración entre la colonia italiana radicada en el paí­s y los ciudadanos guatemaltecos. Asimismo, por su trabajo ad honórem en las diferentes asociaciones italianas de cultura y de beneficencia en Guatemala, y por su labor de poner en alto el nombre de Italia en el extranjero. El tí­tulo de tan importante distinción presidencial italiana me hace pensar en la estrella Betelgeuse, la más resplandeciente de la Constelación de Orion, con un brillo absoluto y luminosidad propia, que conjuntamente con la palabra solidaridad que significa socorro, respaldo o cohesión, definen perfectamente a los seres humanos de buen corazón que poseen esa capacidad, esa fuerza de voluntad en ayudar y auxiliar a sus semejantes en el momento preciso. Y este es el caso de Giovanni Caridi, que continuamente está dispuesto a cooperar, contribuir y a reconocer los méritos de cada quién. La hermosa pieza, insignia de esta importante distinción, consiste en una cruz esmaltada de color blanco; detrás de ésta se puede observar otra cruz con esmalte de color verde. En el centro de la cruz blanca se encuentra un escudete con una bella figura que representa la escena de la «Parábola del Buen Samaritano», modelo de la verdadera caridad hacia el prójimo, la cual se encuentra en el Evangelio de Lucas y que manifiesta las dudas de un maestro de la Ley, que le pregunta a Jesús qué debí­a hacer para conseguir la vida eterna, a lo que Jesús le dijo: «Â¿Qué dice la Biblia, qué lees en ella?», y el hombre contestó: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu fuerza y con todo tu espí­ritu; y a tu prójimo como a ti mismo». Siendo la respuesta exacta, Jesús le dijo: «Haz eso y vivirás». Pero aquel hombre insatisfecho aún continuó preguntando a Jesús: «Â¿Quién es mi prójimo?» A lo que Jesús respondió, relatando lo siguiente: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de bandidos, quienes después de haberlo despojado de todo y de haberlo molido a golpes, se fueron, dejándolo medio muerto. Por casualidad, bajaba por ese camino un sacerdote, quien al verlo pasó por el otro lado de la carretera y siguió de largo. Lo mismo hizo un levita al llegar a ese lugar: lo vio, tomó el otro lado del camino y pasó de largo. Pero llegó cerca de él un samaritano que iba de viaje, lo vio y se compadeció. Se le acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó. Después lo puso en el mismo caballo que él montaba, lo condujo a un hotel y se encargó de cuidarle. Al dí­a siguiente sacó dos monedas y se las dio al hotelero, diciéndole: «Cuí­dalo. Lo que gastes de más, yo te lo pagaré a mi vuelta». Al terminar el relato, Jesús entonces preguntó al maestro de la Ley: «Según tu parecer, ¿cuál de estos tres se portó como prójimo del hombre que cayó en manos de los salteadores». «El que se mostró compasivo con él». Respondió el hombre. Al finalizar, Jesús le indicó que procediera de la misma forma. Un fuerte abrazo a Giovanni Caridi por su investidura, quien ha demostrado con su actitud ser siempre solidario y ha sabido hermanarse con el pueblo guatemalteco. Es bueno saber que aún existen personas como él, que junto a su esposa Lisbeth de Caridi, comparten también el amor por las artes y la cultura en general.