Los presidentes de Argentina, Cristina Kirchner, y de Brasil, Lula da Silva, daban hoy en Buenos Aires un nuevo impulso a sus lazos comerciales tras la molestia en las relaciones bilaterales que causó el desacuerdo entre ambos países en las negociaciones ante la OMC.
Lula arribó anoche con gran parte de su Gabinete y una delegación de 260 empresarios en una visita oficial que cierra por la tarde y a la que se sumaba hoy el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Kirchner y Lula inaugurarán en un hotel del centro porteño un encuentro empresario donde participarán representantes de la poderosa FIESP, la Federación Industrial del Estado de Sao Paulo, y de numerosas empresas brasileñas, como Petrobras, Camargo Correa y Embraer, entre otras, junto a miembros de la Unión Industrial Argentina (UIA).
Ambos mandatarios tienen prevista una reunión en la Casa Rosada (sede gubernamental) poco antes del mediodía, en tanto aún se desconocía si Chávez se sumaba a ese encuentro o lo hacía en otro a lo largo de la tarde.
«Estamos viendo los horarios de ambos», admitió el canciller argentino, Jorge Taiana, al poner en duda la realización de una reunión trilateral que hasta ayer no figuraba al menos en la agenda del brasileño.
Lula y Kirchner tuvieron ocasión de conversar anoche cuando el mandatario brasileño agasajó a la presidenta argentina y a su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, con una cena en la residencia del embajador de Brasil.
La visita servirá para dar por superada la tensión que generaron en las relaciones bilaterales las diferencias surgidas en Ginebra, en el marco de las negociaciones comerciales de la Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC), donde Brasil aceptó una propuesta de apertura de mercados que Argentina rechazaba.
«No había una posición común, pero se podía haber intentado un poco más tener una», admitió días atrás Alfredo Chiaradía, secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la cancillería argentina.
El presidente brasileño informó el sábado que inició una ronda de consultas con Estados Unidos, India y China para intentar salvar las negociaciones y se dijo «optimista» respecto a la posibilidad de reanudar el diálogo fracasado en Ginebra, tema que estará presente en la reunión con Kirchner.
Pero la visita de Lula tiene además un fuerte objetivo comercial y persigue el impulso de proyectos para estrechar la integración productiva y potenciar el ingreso conjunto en el mercado internacional.
Unos 150 empresarios brasileños están en la capital argentina desde hace unos días y se suman a los que arribaron junto al presidente Lula para completar la comitiva empresarial más importante que visitó el país en los últimos años en la búsqueda de nuevos negocios.
Ambos mandatarios analizarán la colaboración en materia de Defensa y el desarrollo de una industria autopartista binacional, señaló Marco Aurelio García, asesor del presidente Lula en temas internacionales.
Versiones periodísticas señalaban la posibilidad de un acuerdo para que la fábrica brasileña de aviones Embraer auxilie a la línea de bandera argentina, Aerolíneas Argentinas, cuyo control retomó el Estado recientemente tras 18 años de administración privada.
Según estas informaciones Embraer proveerá de aviones bajo «leasing» a la empresa argentina, sumida en una grave crisis por falta de aeronaves operativas y al borde de la quiebra.