Estrategia total (2)


De tal manera, la estrategia total concebida como el «arte de la dialéctica de las voluntades que emplean la fuerza en la solución del conflicto», constituye una de las contribuciones más trascendentales al pensamiento estratégico actual. Tanto es así­ que en los tiempos actuales de las amenazas y de las guerras globales y absolutas, el sistema de pensamiento que implica la estrategia total, continúa siendo la piedra angular de la estrategia contemporánea, la cual, a diferencia de la estrategia clásica en su momento, ha trascendido, adelantándose a los tiempos, a la disuasión nuclear pura, en función de la cual fue concebida tanto en términos teóricos como estructurales, jerárquicos y funcionales.

Guillermo Pacheco Gaitan

De hecho su versatilidad, amplitud y flexibilidad se aprecian en toda su dimensión y alcances en situaciones de extrema peligrosidad, es decir, en el umbral de una guerra nuclear, y concretamente en el marco de un proceso disuasivo para el que fue concebida y que Beaufre conceptualizó en su obra «Estrategia de la Disuasión», como «?.el arte de utilizar los estrechos márgenes de libertad de acción que escapan a la disuasión nuclear».

Tal es el contexto en el que la estrategia total obtiene su máxima funcionabilidad polí­tica como estrategia de Estado.

Así­ entendida la estrategia total, es decir, como un sistema de pensamiento sistemático y funcional en el que interactúan, se integran y se coordinan diversos elementos del poder estatal debidamente estratificados, se ha transformado en un elemento insustituible de la estrategia contemporánea.

La ampliación del concepto de fuerza a un ámbito multidimensional que trasciende al poder militar puro; la coordinación horizontal de las diversas funciones estatales especializadas que ella conlleva; la simultánea estratificación de responsabilidades en la aplicación flexible y especializada del poder militar, generando una convergencia armónica y complementaria con el conjunto de los esfuerzos nacionales; y la consiguiente flexibilidad polí­tica para adaptarse al dinamismo propio de la dialéctica de voluntad y poder de los procesos conflictivos, hacen que la estrategia total constituya un instrumento estratégico lógico y funcional del que los gobiernos difí­cilmente pueden prescindir en los tiempos actuales.

(Continuará)