Estoy convencido, más que nunca, que el currículo académico dividido en materias aisladas unas de otras, con contenido específico alineado con estándares y a su vez alineado al examen de rendimiento escolar al final de un período mensual, trimestral, semestral y final para asignar una cifra, calificación, que “asegura” que el alumno gana o pierde la materia, ESTÁ OBSOLETO.
Estoy convencido que el examen estandarizado en ciertos grados de primaria y en secundaria, sin retroalimentación inmediata si no meses después, no produce mejoría en el rendimiento de los alumnos. El concepto de un examen estandarizado no puede medir si un sistema escolar, una escuela, un maestro o un alumno han alcanzado los objetivos y la calidad que tanto se jura que sí lo demuestra.
El uso de un examen estandarizado para medir si un maestro es versado o no, de acuerdo al rendimiento escolar de sus alumnos, es ridículo. Lo único que se saca, es un maestro que teme al sistema y se mete al aro de planificar sus lecciones con el propósito de preparar a sus alumnos para pasar un examen. Los alumnos tienen miedo de tomar los exámenes y lo demuestran, en muchos casos, cometiendo “fraude” (“cheating”) el día del examen. Son muy creativos al hacerlo. Los maestros también pueden cometer “fraude” cambiando respuestas equivocadas, escritas con lápiz; así el alumno gana, el maestro gana pero el futuro de ambos está comprometido al fracaso a largo plazo.
Ciertos educadores dicen que hay que preparar a los alumnos para el mundo de trabajo con énfasis en ser competitivos; es demostrar una visión de túnel de la educación, a corto plazo. Como si conseguir un trabajo con un buen sueldo fuera el fin de educación en la actualidad. Hablan del alumno como de un producto final de calidad que así triunfará en la vida, el maestro será considerado de calidad, digno de ser imitado. ¿Será correcto?
Estoy más convencido que nunca, de que el “proceso” descrito no representa una buena educación ni una buena preparación de los alumnos para el siglo actual. Igualmente, la información cambia rápidamente o sea, un contenido establecido en textos y planes de trabajo, usados año tras año, no producen una buena educación. Un ejemplo notorio es un texto de Estudios Sociales, en Geografía (Rusia-Ucrania-Crimea), teorías sobre sociedades, conformación de la familia (cuántas hay), etc. Continuaremos