Siete familia están de luto por la pérdida de más de un ser querido, como el caso de un taxista que perdió a su esposa y dos niños y que implora justicia a las autoridades que no pueden controlar la violencia.
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Jorge Efraín Cac, familiar de las tres víctimas mortales, repudió el crimen de sus parientes y exigió al Estado asumir su papel.
Cac, quien es taxista, relató que ayer fue el último día en que vio a su esposa y dos niños, con quienes compartió toda la mañana cuando fue a comprar los útiles de sus hijos, puesto que dentro de poco empezarían a estudiar. Este hombre es padre del niño que todavía permanece en el hospital Roosevelt en estado grave.
«Yo fui al Roosevelt, mi nene está inconsciente tiene metido unos tubos en la garganta, nosotros éramos cinco… se llevaron a mi esposa a mis dos hijos solo me dejaron al más grandecito, si mi hijo se muere yo me voy con ellos», indicó el padre de familia.
Los parientes de las otras víctimas se encuentran en las afueras del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), buscando una funeraria para dar cristiana sepultura a sus familiares. Don Jorge no tiene dinero para enterrar a sus familiares, pues los ahorros los invirtió ayer para comprar los útiles de sus hijos, que hoy no asistirán a la escuela.