Ciento setenta mil familias se encuentran en riesgo a causa de la inseguridad alimentaria, de éstas, 35 mil hogares no cuentan con alimentos ni reservas de comida para subsistir, por lo que Guatemala está a la espera de obtener el total de ayuda internacional que solicitó en marzo pasado.
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Según dio a conocer René Mauricio Valdez, representante de Naciones Unidas en Guatemala, estas familias no cuentan con seguridad en la adquisición de alimentos debido a la pérdida de cosechas del año pasado, lo que además se une a la falta de agua potable.
Por ello, el 5 de marzo pasado, representantes de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional, (Sesan), y de Naciones Unidas, solicitaron ante la comunidad internacional, en Ginebra, Suiza, el aporte de $32 millones para poder asegurar el acceso a la alimentación en el denominado Corredor Seco, Izabal y Quiché.
Hasta el momento, se ha recibido el 35% del aporte solicitado, lo que ha permitido, según Valdez, que se reduzca el riesgo de muertes debido a la desnutrición y desnutrición aguda.
Una donación de $200 mil fue recibida hoy por la Chancillería guatemalteca de parte de Brasil, dinero que será destinado a la adquisición de alimentos para brindar seguridad alimentaria y nutricional a los departamentos del Corredor Seco. Un aporte de $100 mil fue realizado con anterioridad por el mismo país.