La Segeplan presentó la cuantificación de los daños y pérdidas económicas en los distintos sectores, que se dieron por el paso de la tormenta tropical Agatha y la erupción del volcán de Pacaya, estimando que el total de pérdidas asciende a 7.8 millardos de quetzales, siendo el sector de infraestructura el más afectado con Q2.8 millardos.

De acuerdo con un informe que realizara la Secretarí­a de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan), en el cual se recopila el total de daños y pérdidas económicas que dejara este evento, catalogado como complejo, por haber tenido causas y consecuencias en los aspectos climático, volcánico y estructural, la cifra estimada es de Q7,855.7 millones.

Dicho informe responde a diversas metodologí­as desarrolladas por la Comunidad Internacional de Evaluación Post Desastres, apoyado por la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Mundial para la Recuperación y Reducción de Desastres (GFDRR, por sus siglas en inglés), el Programa Nacional de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en conjunto con el Ministerio de Finanzas y la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).

SECTORES

Los sectores que sufrieron los embates de la naturaleza fueron los de infraestructura, sector en el cual los daños y pérdidas alcanzaron los Q2.8 millardos. El sector social alcanzó los Q1.5 millardos. El sector productivo -en el que agrupan las pérdidas industriales, comerciales, agropecuaria y de acuicultura-, fue de Q1.03 millardos. En total, la cifra alcanzada es de US $982 millones.

La población damnificada ascendió a 102 mil 639 personas en 21 departamentos, incluidos 165 fallecidos.

VULNERABILIDAD

Según la Segeplan, los daños y pérdidas ocasionados por los eventos naturales anteriores, pudieron haberse evitado si el paí­s contara con mejores programas sociales, ya que el nivel demográfico en el paí­s es altí­simo; ello genera un incremento considerable en la población, en la mayorí­a de los casos en población que vive debajo de las lí­neas de pobreza, con deficiencias habitacionales y en sectores peligrosos por la inestabilidad de los suelos.

Por lo tanto, recomiendan tomar medidas para la prevención de futuros desastres y buscar una forma de disminuir el crecimiento acelerado de la población, ya que el Instituto Nacional de Estadí­stica, reporta que para el 2020, Guatemala tendrá una población de más de 18 millones de habitantes, la gran mayorí­a de escasos recursos.

De acuerdo con el informe, la vulnerabilidad es, sobre todo, económica, ya que en el paí­s existe inequidad, pobreza y desigualdad.