Con optimismo se empieza a recibir el avance de las reformas a la Ley de la Contraloría General de Cuentas -CGC-, que hasta hoy sigue como un gladiador sin fuerzas para fiscalizar fondos del Estado mal utilizados a través de fideicomisos y ONGs.
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Carlos Mencos, jefe de la CGC, dijo que le apuestan a ese tema de fiscalización de las instituciones del Estado, «que entidades públicas saquen a concurso y evitar que se pueda contratar a dedo (a las empresas), que no tengan capacidad y no puedan responder».
Una esperanza legal es que la CGC tenga un registro de las ONGs para evaluar por rango, experiencia y capacidad instalada que garantice el uso de los recursos económicos, dijo Mencos.
Actualmente ha habido ONGs que abandonan los proyectos, denunció el jefe de la Contraloría, quien aproximó que son doscientos millones de quetzales que han perdido los contribuyentes a lo largo de la historia de existencia de esos recursos de inversión y contratación.
Da cuenta que ejemplos son, Sajcabjá, Quiché, donde se perdieron Q10 millones a través de una ONG de la que desaparecieron sus ejecutivos; ha habido inicio de construcción de mercados que después quedaron abandonados, refiere.
En Salcajá, Quetzaltenango, está sin terminar un mercado ubicado en una central de mayoreo; obras en La Democracia, Huehuetenango hay sin concluir; también otros proyectos que no fueron construidos en otros departamentos y que él ha visitado, aseguró.
En el tema de los fideicomisos, espera que con la reforma a la ley, se asuma mayor responsabilidad con el ente fiscalizador y pueda de primera mano rendir información necesaria y que también saquen la información en su portal de internet para fines de la auditoría social.
Se espera que el Director Ejecutivo de las instituciones sean quienes firmen los contratos y no el fiduciario, «como en el tema de Covial que se da actualmente», explicó, y, agregó que se esperaría que los miembros del Comité Técnico de los fideicomisos también tengan la calidad de cuentadantes.
«Actualmente, la relación comercial parece que se establece en el fiduciario y el contratista y de pronto el Estado pareciera que no es un actor directo en ese proceso», lamentó Mencos.
Rosa María de Frade, ponente de la ley de reformas, espera que el dictamen conjunto de la sala de Legislación y Puntos Constitucionales y la de probidad, sea una realidad en los próximos días para fortalecer esa capacidad de fiscalización y que la CGC y que cuente con una unidad de procesos de fiscalización de obra pública.
Actualmente la CCG solo hace etapa documental pero no física de las obras, subrayó de Frade así como que estas reformas servirían para fortalecer la fiscalización sobre los fideicomisos y las ONGs, que no se realiza por debilidad jurídica.