Cuatro personas murieron y 170 viviendas fueron dañadas o destruidas cuando estalló un gasoducto y el incendio posterior envolvió una zona residencial cercana a San Francisco, informaron hoy medios de prensa locales.
Equipos de Bomberos recorren la zona apagando los focos que aún permanecen encendidos y buscando más víctimas en la devastada localidad residencial de San Bruno, ubicada a tres kilómetros del aeropuerto internacional de San Francisco.
El gobernador interino de California Abel Maldonado, que sustituye a Arnold Schwarzenegger de gira por Asia, indicó tras recorrer la zona de desastre que eran cuatro los muertos y que 52 personas estaban heridas, tres de ellas con quemaduras graves.
Una recorrida por las calles reveló que 38 edificaciones fueron destruidas y otras siete significativamente destrozadas por la explosión y el infierno posterior. Más de 100 residentes fueron forzados a evacuar la zona y las autoridades estiman que al menos 170 viviendas resultaron dañadas.
«El sol brilla allí, pero aun hay una nube oscura sobre la ciudad», indicó el alcalde de San Bruno, James Ruane. «Han escuchado los números, tienden a aumentar», dijo al referirse a las víctimas y a las viviendas afectadas.
Ruane, confirmó el estallido de un gasoducto de gas natural de 60 cm de diámetro, que luego generó el incendio.
El capitán de bomberos del condado de San Bruno, Charlie Barringer, dijo al diario Los Angeles Times que espera que la cifra de muertos aumente a medida que se avance en la revisión de las viviendas.
La proveedora de gas local Pacific Gas & Electric indicó que un gasoducto central se rompió pero no fueron capaces de acercarse lo suficiente al corazón del ardiente cráter que quedó tras la explosión para determinar la razón del desperfecto.
El portavoz de la empresa, Jeff Smith, describió el fuego como «una situación absolutamente horrible» y dijo que si la compañía es finalmente responsabilizada «nos haremos cargo».
Maldonado declaró el estado de emergencia para la localidad.
Funcionarios locales pidieron a los residentes que se registren en refugios de emergencia al tiempo que los bomberos calificaban el incendio como uno de los mayores en afectar una ciudad o una zona residencial estadounidense en años.
«Estoy seguro de que encontraremos personas que no lo lograron (salir con vida)», dijo Maldonado a la cadena CNN poco antes del amanecer, al tiempo que supervisaba el accionar de los bomberos.
«Parece que hubiera estallado una bomba», dijo el gobernador tras recorrer la zona.
Hasta 200 bomberos fueron despachados para combatir el fuego, pero no pudieron hacer frente a las llamas, cuyo calor derritió las ventanas de sus vehículos ubicados a varios metros de distancia.
La gente del lugar lloraba al tiempo que se detenía para captar la escena con la cámara de sus teléfonos celulares.
«Escuché un sonido similar al de un avión volando bajo, enseguida la casa tembló», dijo Tina DiIoia, que se encontraba con su bebé en un condominio local. «Hubo otra explosión. Salí y escombros caían desde el cielo», añadió.