Estalla carro bomba en Bogotá


Fuerzas de seguridad de Colombia realizan operativos tras el atentado sufrido en las instalaciones de Radio Caracol. FOTO LA HORA: AFP Joaquí­n SARMIENTO

Un carro bomba estalló hoy en la madrugada en Bogotá, dejando nueve personas lesionadas y causando importantes daños materiales, en un atentado que ocurre a menos de una semana de la investidura del presidente Juan Manuel Santos, quien lo calificó de «terrorista».


«El terrorismo lo vamos a seguir combatiendo con todo lo que tenemos a nuestro alcance», dijo a la prensa Santos, al visitar el norte de Bogotá donde ocurrió la explosión, registrada tan sólo cinco dí­as después de asumir la presidencia del paí­s.

«Como todo acto terrorista lo que quieren es perturbar, crear miedo en la población, generar escepticismo», añadió. «Mi mensaje a los bogotanos es: tranquilos, aquí­ estamos, sigamos con nuestra vida normal, porque lo que ellos quieren es generar miedo», dijo.

El atentado se produjo a las 4:30 de la mañana (hora de Guatemala), frente a la estación de radio Caracol, por el estallido de un automóvil particular de tipo familiar, que estaba cargado con unos 50 kilos de explosivos.

El presidente, que visitó la sede de la sede de Caracol y conversó con algunos vecinos, explicó que no se habí­an producido «daños estructurales» en los edificios.

El alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, refirió que hay «nueve personas con heridas leves, de las cuales tres fueron hospitalizadas, pero no revisten ninguna gravedad».

Los vidrios de las ventanas de numerosos edificios de la zona quedaron destrozados, comprobó un periodista de la AFP, a quien los reporteros de Caracol explicaron que gran parte del techo de la sede de esa emisora se desplomó y el edificio quedó fuertemente dañado, por lo que debió ser evacuado.

El comandante de la Policí­a de Bogotá, general César Pinzón, señaló que se investiga la procedencia del automóvil o si fue robado para cometer el atentando.

Las autoridades policiales, militares y de inteligencia tienen previsto realizar en breve un consejo de seguridad para analizar el atentado.

Hasta ahora se desconoce quiénes habrí­an sido los autores del ataque o contra quién iba dirigido, y la estación Caracol negó haber recibido amenazas en los dí­as recientes.

«No, realmente no», dijo Ricardo Alarcón, directivo de Caracol, en una entrevista con la radioemisora RCN, al ser consultado sobre si la estación habí­a sido amenazada de algún modo.

«En estos medios, estas cosas son cí­clicas. Hay épocas de amenazas y otras de tranquilidad. Estos últimos dí­as habí­an sido más bien tranquilos», agregó.

Caracol es uno de los dos grandes grupos de radio y televisión privados de Colombia. La radioemisora es eminentemente una cadena de informativos y programas de opinión.

El último gran atentado sufrido en Colombia se produjo el 24 de marzo de 2010, en Buenaventura, principal puerto colombiano sobre el Pací­fico, y dejó nueve muertos. El entonces presidente, ílvaro Uribe, atribuyó el atentado a la guerrilla izquierdista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Una semana antes de la toma de posesión de Santos, las FARC ofrecieron al nuevo presidente iniciar un diálogo de paz, en un video de su máximo jefe, Alfonso Cano.

Santos respondió el dí­a de su investidura que su gobierno no cerrará la puerta a conversaciones con la guerrilla, pero que éstas deben darse «sobre las premisas inalterables de la renuncia a las armas, el secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la intimidación».

Santos fue ministro de la Defensa entre 2006 y 2009, cargo desde el cual propinó duros golpes a las guerrillas.

En Colombia operan las guerrillas FARC, con unos 8.000 combatientes, y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), con unos 2.500.

Además, hay diversas bandas narcotraficantes y grupos criminales, algunos de ellos integrados por ex paramilitares.

VECINOS Terremoto


Un fuerte remezón que les hizo creer que ocurrí­a un terremoto sacó de sus camas a las 4:30 horas a los vecinos de la estación de radio Caracol, en el norte de Bogotá, donde un carro-bomba cargado con 50 kilos de explosivos dejó hoy siete lesionados y muchos cristales rotos.

«En ese momento estaba en la ducha, de repente sentí­ un fuerte remezón y una fuerte explosión, pensé que el techo se me vení­a encima y salí­ corriendo del baño», narró a la AFP uno de los residentes del edificio de 27 pisos que se ubica frente a las instalaciones de la emisora radial.

El vehí­culo con los explosivos estalló a unos pasos del edificio de siete plantas donde se encuentran los estudios de Caracol, gran parte de cuyo techo se derrumbó.

«Nosotros estábamos durmiendo cuando sentimos la explosión y los vidrios de los ventanas de la habitación saltaron en mil pedazos traspasando las cortinas; de milagro no nos alcanzaron a caer» encima, dijo Carlos, quien habita en el piso 23 de ese edificio residencial.

Según las autoridades de atención sanitaria de Bogotá, hasta el mediodí­a del jueves un total de 18 personas que habí­an sufrido algún tipo de afectación habí­an recibido atención médica, siendo que de ese total siete resultaron con algún tipo de heridas y tres de ellas fueron hospitalizadas.

El coche-bomba, que estalló sobre la concurrida avenida séptima de ese sector del norte de Bogotá, no causó muertos ni más ví­ctimas debido a la temprana hora en que fue perpetrado el atentado, calificado como «terrorista» por el flamante presidente colombiano Juan Manuel Santos.

Del vehí­culo, un automóvil particular que fue robado, según las primeras averiguaciones de la Policí­a, quedaron apenas unos escombros, comprobó un reportero de la AFP.

Tras el atentado, las autoridades acordonaron varias cuadras a la redonda del sector, donde se ubican en su mayorí­a edificios de vivienda y algunos de oficinas de empresas privadas y entidades bancarias.

De acuerdo con agentes antiexplosivos de la Policí­a, el vehí­culo fue cargado con al menos 50 kilos de explosivo del tipo anfo.

Según un primer censo de los bomberos de Bogotá, 1.120 predios resultaron afectados por la explosión, pero ninguna de las edificaciones sufrió daños estructurales de consideración.

Los vecinos del sector, algunos de ellos en piyama o ropa deportiva, empezaron a recoger manualmente los vidrios de los ventanales de sus viviendas, que en varios edificios colindantes con la radio Caracol quedaron literalmente sin los cristales de los grandes ventanales.

«Ahora nos toca rendir a las autoridades un reporte de los daños y registrarnos en el censo de damnificados para que nos den una ayuda económica para arreglar los daños», dijo a la AFP Clemencia, una mujer de avanzada edad que debió pedir ayuda para salir de su apartamento, porque por la explosión la puerta de su vivienda se atoró.

Algunos de los residentes de este edificio de 27 pisos sufrieron leves cortaduras por los vidrios, como Clara Marí­a, una joven que mostraba un pequeño apósito sobre su párpado derecho.

Varios de los residentes del sector consultados por la AFP coincidieron en señalar que la explosión los sorprendió cuando aún no habí­an salido de sus camas.

Una joven que trabaja en actividades de aseo en una sala de peluquerí­a del sector, y que a esa hora ya habí­a iniciado su jornada laboral, comentó: «Pensé que era un terremoto, me paralicé».