La policía civil chilena recibió más de 850 denuncias de estafas a través de teléfonos celulares e interceptó cerca de 5 mil llamadas fraudulentas en el último año, una modalidad de robo que se ha multiplicado en ese país, informó ayer el diario El Mercurio.
El método usado por los delincuentes consiste en ofrecer a través de llamados teléfonicos tentadoras ofertas engañando a los usuarios que, convencidos de ellas, son capaces de entregar dinero en efectivo, enseres domésticos e incluso ser víctimas de asaltos en sus propias casas.
La policía civil chilena señaló que la mayoría de dichas estafas se realizan desde el interior de las cárceles de Santiago, desde donde los criminales incluso mejoran sus capacidades en dicción para pasar por ejecutivos.
En los últimos meses se han detectado bandas organizadas que incurren en este delito, como «Las Promotoras»: un grupo de chicas que llaman a las víctimas pidiéndoles salir de sus casas para recibir un tentador premio y así poder reducirlas para robar los domicilios.
Las estafas se concentran en los sectores acomodados de Santiago, y de acuerdo al fiscal antirrobos de la adinerada comuna de Las Condes, Rodrigo Varela, «la gente no denuncia por vergí¼enza».
La policía destacó que entre las víctimas de estafas destacan profesionales y personas con educación superior completa.