ESTADOUNIDENSES ORGULLOSOS DE SU EQUIPO 


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Rostros tristes y frentes en alto. Así quedaron los fanáticos de Estados Unidos que viajaron a Brasil para la Copa del Mundo, que vieron ayer a su selección caer en octavos de final al perder 2-1 ante Bélgica en tiempos extras.

Por JOSHUA GOODMAN
RÍO DE JANEIRO / AP

Unas 20.000 personas, en su mayoría estadounidenses, abarrotaron el Fan Fest de la playa Copacabana de Río de Janeiro para ver el partido en una pantalla gigante.
Los fanáticos gritaron y saltaron con cada acción del encuentro, que terminó con tres goles en los tiempos suplementarios.
Al igual que muchos aficionados, Travis Rood tenía la cara pintada con los colores rojo, azul y blanco de la bandera estadounidense. El oriundo de Seattle, de 28 años, empezó a irse de la playa cuando Bélgica se fue arriba 2-0, pero se detuvo y regresó cuando Julian Green descontó por los norteamericanos a los 107 minutos.
«Este Mundial fue un punto de inflexión para nosotros», comentó Rood, arropado con una bandera estadounidense. «El mundo nos empieza a respetar como selección».
Al igual que otros, Rood dijo que no hay que avergonzarse por perder ante una selección belga repleta de figuras de ligas europeas, que llegó al Mundial como una de las candidatas al título.
Bélgica enfrentará a Argentina en los cuartos de final.
En un bar en Sao Paulo, había tanta gente que algunos tuvieron que ver el partido sentados en el piso. La multitud gritó cada vez que el arquero estadounidense Tim Howard hizo una atajada.
«Bélgica jugó mucho mejor, mereció ganar», concedió Nick Venditti, de 26 años y residente de Nueva York. «De todas formas estoy contento porque superamos un grupo difícil. Eso no fue sencillo».
«En cuatro años nos irá mucho mejor», agregó.