Estados Unidos ofrece su voluntad de cooperación


De izquierda a derecha, Nobuo Kuroyanagi, Baudouin Prot y Alessandro Profumo, lí­deres financieros de paí­ses de la G20, llegan a Londres para participar a la reunión del sábado. FOTO LA HORA: AFP SHAUN CURRY

Estados Unidos expresó su voluntad de cooperación internacional a menos de 10 dí­as de la cumbre del G20, edulcorando su mal recibido llamado a una masiva inversión para la reactivación en Europa y hasta elogiando a China por contribuir a la estabilización de la economí­a mundial.


«El mundo necesita ver a Estados Unidos unido detrás de un compromiso a medida de la gravedad del problema», declaró ayer el secretario del Tesoro Timothy Geithner en un discurso en Nueva York.

«Queremos que la recuperación aquí­ sea sostenida por la recuperación en el mundo entero», agregó.

Geithner acompañará al presidente Barack Obama en la cumbre de los jefes de Estado de los paí­ses industriales y emergentes del G20, prevista para el 2 de abril en Londres. Allí­ se reflexionará sobre la reforma del sistema financiero internacional y se elaborará una respuesta coordinada a la crisis económica.

Este foro reagrupa a los grandes paí­ses industriales del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, Japón), la Unión Europea (UE), así­ como Sudáfrica, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Turquí­a y Rusia.

Al tiempo que la presidencia checa de la UE dijo que los centenares de miles de millones de dólares gastados por Estados Unidos en la crisis pueden conducir «al infierno», Geithner adoptó un tono conciliador, muy diferente al que utilizaban hace algún tiempo los funcionarios de Estados Unidos.

«No estamos muy comprometidos (en una reactivación). De hecho, (los europeos) lo están mucho más», dijo.

El consejero económico de la Casa Blanca, Lawrence Summers, irritó a los europeos hace unas semanas cuando llamó al G20 a sostener la demanda en 2010, como está previsto en Estados Unidos.

Geithner consideró por otro lado que China hací­a «cosas importantes» para estabilizar la situación económica mundial.

En su intervención en Nueva York, el secretario Geithner hasta colocó una corona de laureles al gobernador del banco central chino, Zhou Xiaochuan, calificándolo de hombre «verdaderamente listo», juzgando que «todo aquello en lo que piensa merece ser tomado en consideración de una manera o de otra».

Geithner debió luego corregir el tiro afirmando que Estados Unidos no tiene intenciones de aceptar que el dólar deje de ser la moneda de reserva internacional, tal como lo propuso Zhou el martes.

En cuanto a la reactivación fiscal y monetaria de la economí­a, China y también Arabia Saudita «desempeñan un papel constructivo», dijo el funcionario estadounidense.

De manera general, los miembros del G20 «están fundamentalmente con nosotros sobre estos temas», estimó, agregando que existe «mucho consenso» sobre los puntos clave que serán abordados en la cumbre, pese a las diferencias de enfoque entre las partes.

Esta semana el presidente Obama minimizó asimismo los desacuerdos entre Estados Unidos y Europa, y lanzó firmes llamamientos en favor de una mayor supervisión del sector financiero, conforme a lo que pide Europa.

Se espera que Geithner explique estas ideas en una audiencia en el Congreso este jueves. De todos modos, ya se comprometió a poner énfasis en la cooperación internacional para definir «normas más estrictas a escala planetaria».

LONDRES Marcha antiglobalización


Una gran marcha marcará el sábado en Londres el inicio de una semana de manifestaciones antiglobalización en torno a la cumbre del G20 que buscará coordinar las respuestas de las potencias industrializadas y emergentes a la crisis mundial.

Amenazada por la parálisis, la capital británica estará vigilada por más de 2.500 policí­as encargados de la seguridad de una cumbre que el 2 de abril reunirá a los jefes de Estado y de Gobierno de los grandes paí­ses industrializados y de las principales economí­as emergentes, entre ellos el presidente estadounidense Barack Obama.

El sábado se espera la presencia de cientos de miles de manifestantes en una marcha entre Victoria Embankment y Hyde Park. Esta manifestación podrí­a ser la más importante que haya vivido Londres desde que un millón de personas salieron a las calles en 2003 para expresar su oposición a la guerra de Irak.

La marcha está organizada por Put People First, una coalición heteróclita de 120 organizaciones, que van desde sindicatos hasta ONGs ecologistas, que reclaman «un reparto equitativo de la riqueza, empleos aceptables para todos y un futuro menos contanimante».

La cumbre del G20 tendrá lugar en el Excel Centre, en el este del Londres. Pero la policí­a prevé que la City, el barrio financiero situado en pleno centro de la ciudad, atraiga particularmente la atención de los manifestantes.

Un movimiento anarquista ha llamado a «quemar a los banqueros». El banco JP Morgan decidió tras tres dí­as de asueto a sus empleados mientras otras entidades invitaron a su personal a cambiar traje y corbata por un atuendo informal para no llamar la atención.

En la ví­spera de la cumbre, el 1 de abril, dí­a tradicionalmente dedicado en varios paí­ses europeos a bromas e inocentadas, los manfiestantes marcharán hacia el Banco de Inglaterra (BoE), precedidos de los «cuatro jinetes del Apocalipsis»: la guerra, el caos climático, los crí­menes financieros y la falta de vivienda.

Ese mismo dí­a se instalará en la City un campamento para denunciar el calentamiento del planeta. «La gente dice que es el momento de reactivar el crecimiento, pero es eso lo que ha causado la crisis ecológica a la que ahora nos enfrentamos. Así­ que les decimos que no es la buena forma de avanzar», explica Mel, una joven británica que prevé participar en la acampada.

Los movimientos más diversos han aunado esfuerzos para ocupar el terreno mediático. Ese mismo miércoles, Stop The War Coalition organizará una marcha hacia la embajada estadounidense en Londres para exigir una ruptura clara con la polí­tica exterior del anterior presidente, George W. Bush.

Y el mismo dí­a está prevista una cumbre alternativa, en presencia del ex alcalde laborista de Londres, Ken Livingstone. En Excel Centre se expondrá un iceberg gigante para protestar contra el cambio climático y varias concentraciones están prevista para el jueves en ese mismo lugar.