Estados Unidos llora fin de una dinastí­a


Una ofrenda floral, en honor del senador Edward Ted Kennedy, se observa en la entrada de la biblioteca y museo John F. Kennedy, donde descansan los restos de dos de sus hermanos, en Boston, Massachusetts. FOTO LA HORA: AFP EMMANUEL DUNAND

Estados Unidos se preparaba hoy para dar el último adiós al senador demócrata Edward Ted Kennedy, cuyo fallecimiento el martes marcó el fin de una dinastí­a y de una era de dramáticos cambios en la polí­tica estadounidense.


Todos los edificios gubernamentales tení­an las banderas a media asta, al igual que muchos hogares del balneario Hyannis Port, en la costa de Massachusetts, donde el veterano senador murió el martes a los 77 años.

Los miembros del clan Kennedy se preparaban para iniciar los homenajes a una vida tocada por la tragedia, los escándalos y los éxitos, y planeaban escoltar su féretro hoy en un cortejo hasta su ciudad natal de Boston, tras una misa privada.

Se esperaba que miles de personas reciban la caravana en la Biblioteca presidencial John F. Kennedy, donde sus restos serán velados previo a una misa funeraria católica el sábado durante la cual el presidente Barack Obama, quien describió a Kennedy como una «figura singular en la historia estadounidense», hará uso de la palabra.

Ese mismo dí­a, el gigante del Partido Demócrata será sepultado en el cementerio nacional de Arlington, en una colina en las afueras de Washington, cerca de sus hermanos John F. y Robert.

El hombre conocido como el «león liberal» del Senado, donde sirvió durante 47 años, murió tras una larga batalla contra un cáncer cerebral.

Su fallecimiento puso fin al dominio de medio siglo de su familia en el Partido Demócrata y dejó a Obama sin un aliado crucial en una dura batalla en el Congreso para aprobar una reforma del sistema de salud estadounidense.

El gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, declaró en una entrevista hoy que está dispuesto a nombrar rápidamente a un sucesor temporario de Kennedy, lo cual precisa una modificación de la ley del estado.

«Me gustarí­a que el Congreso (de Massachusetts) examine esta ley rápidamente y me la enví­e para que la promulgue», dijo Deval al diario The Boston Globe, de acuerdo con lo que habí­a reclamado Kennedy.

Dí­as antes de su deceso, Kennedy llamó en una carta a modificar las normas vigentes para que se ocupara su escaño, a fin de evitar que éste quedara vacante durante demasiado tiempo.

Muchos pensaban que Ted Kennedy estaba predestinado para la presidencia tras el asesinato de sus hermanos: primero el presidente John F. Kennedy en 1963, y luego el senador Robert F. Kennedy, durante la campaña por la nominación presidencial demócrata de 1968.

Pero un escándalo y una reputación de bebedor y mujeriego cortaron las ambiciones del menor de los Kennedy de llegar a la Casa Blanca.

En 1969 perdió el control de su auto y cayó de un puente en Chappaquiddick, Massachusetts, en un accidente en el que murió su acompañante, la joven Mary Jo Kopechne. El escándalo se agravó cuando se supo que Kennedy nadó para alejarse del auto, abandonando a Kopechne, y demoró horas en reportar lo sucedido.

No obstante, finalmente el hombre que defendió causas progresistas en el Congreso se ganó el respeto de antiguos enemigos.

Más de 100 periodistas asediaban hoy la residencia del clan Kennedy en la pení­nsula de Cape Cod, donde la mansión de la familia podrí­a convertirse en una propiedad abierta al público, según el diario Boston Globe.

Ted Kennedy murió dos semanas después que su hermana Eunice Kennedy Shriver quien falleciera a los 88 años. Jean Kennedy Smith, de 81 años, es la última sobreviviente de la generación de nueve hermanos.

REEMPLAZOS Buscan sucesor


El gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, declaró en una entrevista hoy que está dispuesto a nombrar rápidamente a un sucesor temporario del fallecido senador Edward Kennedy, lo cual precisa una modificación de la ley del estado.

«Me gustarí­a que el Congreso (de Massachusetts) examine esta ley rápidamente y me la enví­e para que la promulgue», dijo Deval al diario Boston Globe, de acuerdo con lo que habí­a reclamado Kennedy, quien murió el martes.

Dí­as antes de su deceso, el senador demócrata, afectado de un tumor en el cerebro, llamó en una carta a modificar las normas vigentes para que se ocupara su escaño, a fin de evitar que quedara vacante durante demasiado tiempo.

GRANMA El saneador


El senador Edward Kennedy, fallecido el martes a los 77 años, arrastró en su vida el reto familiar de «sanear la sucia polí­tica de Estados Unidos» simbolizada en los últimos 70 años por los Bush, dijo hoy el diario oficial Granma.

«Edward Kennedy ha arrastrado hasta su último aliento el reto de su familia: sanear la sucia polí­tica de Estados Unidos», afirmó Granma, órgano del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC), en la primera reacción oficial cubana ante el deceso.

Señaló que pese al asesinato de sus dos hermanos, el presidente John F. Kennedy en 1963 y el aspirante a la presidencia Robert Kennedy, en 1968, «prevaleció el respeto a los objetivos de esa familia empeñada en cambiar la sucia polí­tica nacional e internacional, simbolizada en los últimos 70 años, más que nadie, por tres generaciones de los Bush».

A pesar de que bajo la presidencia de John Kennedy se realizó la invasión de Bahí­a de Cochinos (1961), ocurrió la crisis de los misiles (1962) y «varios intentos de magnicidio» contra Fidel Castro, el lí­der cubano reconoció en un artí­culo publicado en abril el efecto saneador de su polí­tica, añadió Granma.

Kennedy representó «una nueva generación de norteamericanos que enfrentaba a la vieja y sucia polí­tica de hombres de la calaña de Nixon y lo habí­a derrotado con derroche de talento polí­tico», escribió Castro, de 83 años, tres de ellos alejado del poder por motivos de salud.

El periódico resaltó que «no debe olvidarse la decisiva participación de los Kennedy», encabezados últimamente por Ted Kennedy, «en la victoria electoral de Barack Obama».