La nueva estrategia para Irak, que presenta hoy el presidente estadounidense, George W. Bush, y que según adelantos incluirá un refuerzo de las tropas, fue precedido por diversos planes en los últimos tres años, que no han logrado poner fin a la violencia en el país:
Abril 2003:
Bush nombra a Paul Bremer como administrador civil en Irak y le dice, según afirma el propio Bremer en su autobiografía, que está al frente «de una tarea imposible».
Mayo 2004:
Bush anuncia un plan de transición en cinco etapas que debe concluir con la redacción por parte de una asamblea nacional de una nueva constitución destinada a sentar las bases de un gobierno iraquí permanente. El presidente estadounidense se compromete a restablecer la seguridad y reconstruir las infraestructuras civiles.
Noviembre 2005:
Ante una escalada de violencia contra las tropas estadounidenses, Bush anuncia otro plan denominado «Estrategia nacional para la victoria en Irak». Destaca los progresos en el entrenamiento de las tropas iraquíes, pero advierte que la victoria requerirá tiempo y paciencia.
Junio 2006:
Luego de la puesta en funciones de un gobierno iraquí, Bush viaja a Irak para analizar con las autoridades iraquíes el nuevo plan de gobierno, que apunta a mejorar la seguridad, lograr la reconciliación nacional y avanzar en reformas económicas. Lanza una nueva operación que incluye un aumento de las fuerzas de seguridad iraquíes en Bagdad.
Julio 2006:
Bush y el primer ministro de Irak, Nuri al-Maliki, elaboran un nuevo plan de seguridad que prevé integrar más policías militares estadounidenses a las unidades iraquíes, y traslados de tropas de Estados Unidos de las provincias hacia Bagdad, apenas seis semanas después del plan precedente. El comandante militar estadounidense reconoce en ocubre que la operación fracasó.
Enero 2007:
Con un total de más de 3 mil militares estadounidenses muertos en Irak, Bush anuncia un nuevo plan para hacer frente a la situación en el país: prevé mil millones de dólares para un país devastado por la guerra, y asignar objetivos específicos al gobierno iraquí para forzarlo a combatir e intentar poner fin a las milicias insurgentes.