Estados Unidos enfrenta su peor desastre ecológico por el derrame de petróleo en el Golfo de México, admitió una asesora del gobierno de Barack Obama, mientras la británica BP anunció un nuevo plan y dijo que estaría conforme si logra «contener» el flujo antes de agosto.
La marea negra del Golfo de México es «probablemente la peor catástrofe ecológica que hayamos enfrentado en este país», declaró Carol Browner, consejera de Barack Obama en temas ambientales.
«Esto quiere decir que hay más petróleo derramándose en el Golfo de México que en cualquier otro momento de nuestra historia. Y esto significa que hay más petróleo» que durante la marea negra provocada por el naufragio del Exxon Valdez en Alaska en 1989, agregó Browner a la cadena NBC.
Este domingo unas 500 personas salieron bajo lluvia en Nueva Orleans a protestar contra BP y la respuesta del gobierno estadounidense.
«Eco-asesinos», gritaba Belinda Sopczak, habitante de Nueva Orleans, que portaba un cartel donde se veía una calavera negra con el símbolo de BP en cada uno de los orificios de los ojos y la leyenda «British Polluters» (Británicos Polucionadores)
«Â¿Cuándo va a venir Obama a hacerse cargo de esto?», interrogó, mientras su hijo de 14 años, Gabe Letitia, llevaba un cartel que decía «BP = Bad People» (gente mala).
La petrolera británica anunció un nuevo plan para intentar sellar la fuga tras el fracaso de otros varios intentos, el más reciente de ellos el de inyectar restos sólidos en el pozo.
«Estamos decepcionados. No fuimos capaces de controlar el flujo del pozo. La fuga era demasiado importante», declaró Bob Dudley, director general de BP, a CNN.
«Si podemos contener el flujo del pozo entre ahora y agosto y hacer que el petróleo no se derrame en el mar, sería una salida positiva. Luego, si logramos parar totalmente el derrame gracias a un pozo secundario, también sería una buena noticia», explicó Dudley.
Al menos 70 millones de litros de petróleo se han vertido al océano desde que comenzó el desastre cinco semanas atrás, en una catástrofe ambiental y económica que amenaza cientos de km de costa en Estados Unidos.
Los ingenieros habían pasado días bombeando unos 30.000 barriles de fluido pesado hacia la tubería dañada en el suelo marino, en una apuesta extrema para ahogar el vertido de crudo y luego sellar el ducto con cemento. Pero el sábado se anunció el fracaso del operativo, denominado «Top kill».
Pese al uso de alta tecnología, BP se ha mostrado incapaz de contener el desastre que comenzó con la explosión el 20 de abril de su plataforma petrolera Deepwater Horizon, que causó la muerte de 11 personas. La plataforma se hundió dos días después.
El gigante británico de la energía había subrayado que «Top kill» era la mejor oportunidad de frenar la filtración, más que perforar un pozo nuevo de auxilio, un proceso que ha comenzado pero que tomaría otros dos meses.
Los esfuerzos ahora se centrarán en cortar los ductos dañados que están recostados en el suelo marino, luego instalar un artefacto de contención que pueda retener el petróleo y finalmente intentar bombearlo a la superficie.
La operación será conducida por robots operados a control remoto en el suelo marino, a casi 1.500 metros debajo del lugar donde explotó la plataforma submarina, dijeron directivos de BP.
El jefe de operaciones de BP, Doug Suttles, dijo el sábado en rueda de prensa que incluso si la operación (llamada «Lower Marine Riser Package Cap» o «LMRP Cap») tiene éxito, sólo podrá contener una mayoría del crudo que brota de la rotura, pero no su totalidad.