Estado de emergencia en Bagkok


El estado de Emergencia fue declarado hoy en Bangkok, pocas horas después de violentos enfrentamientos entre partidarios y opositores del primer ministro tailandés Samak Sundaravej, mientras miles de personas seguí­an ocupando la sede gubernamental para reclamar su dimisión.


«Debido a la violencia nocturna que perturbó el orden en el paí­s en violación a la ley, el gobierno declaró el estado de Emergencia que afectará las libertados individuales», anunció el gobierno citado por la radio estatal.

Los enfrentamientos, los más violentos en los últimos diez años, se produjeron alrededor de la sede del gobierno ocupada desde hace una semana por unos 15 mil opositores y llevaron la policí­a a disparar y pedir ayuda al Ejército.

Una persona murió y otras 44 resultaron heridas, tres de ellas por disparos de bala, según el Centro de Urgencia Nacional.

Samak encargó al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Anupong Paojinda, de la aplicación del estado de Excepción que entre otras cosas prohibe cualquier reunión pública de más de cinco personas.

En rueda de prensa, Anupong descartó la posibilidad de un nuevo golpe de Estado – en un paí­s en que se produjeron 18 desde 1932 – , y abogó por una solución pací­fica a la crisis a través de negociaciones.

«No hay posibilidad alguna de golpe de Estado. Debemos recurrir a un mecanismo parlamentario», afirmó.

«Puedo asegurar a los miembros de la prensa que ni los policí­as ni los militares tailandeses utilizarán la violencia contra los civiles de ninguna manera», afirmó.

El general precisó que los soldados desplegados alrededor de la sede del gobierno no llevarán armas y utilizarán los medios clásicos anti-disturbios (porras, gases lacrimógenos, cañones de agua) para impedir nuevos enfrentamientos entre militantes pro y antigubernamentales.

«Nuestros métodos apuntarán a mejorar la comprensión entre tailandeses y a hacer tomar conciencia a cada quien que todaví­a puede haber una solución pací­fica a través de negociaciones», agregó.

El principal lí­der de los manifestantes antigubernamentales sin embargo llamó a sus seguidores a resistir al estado de emergencia. «No deben tener miedo del estado de emergencia», aseguró Sondhi Limthongkul, fundador de la Alianza del Pueblo por la Democracia (PAD), coalición heterogénea de militantes nacionalistas, monárquicos y sindicales.

Hoy activistas de la oposición levantaron barricadas en algunas calles del centro de Bangkok y recorrí­an las áreas claves, porras de madera y palos de golf en mano, portando cascos de motociclistas.

«Nos vamos a quedar aquí­. El gobierno tendrá que decidir si nos ataca o no», afirmó uno de ellos, Pibhop Dhongchai, a los periodistas en la sede del gobierno.

El PAD acusa a Samak, de 73 años, de ser un vasallo del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, derrocado por un golpe en 2006 por corrupción y falta de respecto a la monarquí­a y refugiado en Gran Bretaña.

La principal central sindical de Tailandia, formada por 43 sindicatos y con 200 mil trabajadores afiliados, convocó ayer a una huelga, a partir de mañana, en apoyo a los manifestantes.

El Banco de Tailandia anunció que intervino tras la proclamación del estado de emergencia para sostener la moneda local, el baht, cuya cotización «bajó y se volvió volatil» frente al dólar. A la medianoche (hora de Guatemala), el dólar se cotizaba a 34.47 baht contra 34.32 la ví­spera.

China llamó a mantener la estabilidad polí­tica en Tailandia. «Como vecino amigo de Tailandia seguimos de cerca los acontecimientos y esperamos sinceramente que Tailandia pueda mantener la estabilidad polí­tica» afirmó el portavoz de la cancillerí­a Jiang Yu a los periodisas en Pekí­n.