A lo largo de los años, el Estadio Revolución de la Ciudad Universitaria, ubicado en la zona 12, ha sido testigo de diferentes enfrentamientos entre la afición futbolística que en más de una ocasión ha dejado heridos.
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En varias oportunidades se ha hecho evidente que la sede del Club Usac no cuenta con la seguridad suficiente para controlar estos sucesos de violencia y aún hoy se disputan partidos en presencia de niños.
El último hecho de violencia fue el domingo 23 de febrero cuando aficionados del Comunicaciones FC, mejor conocidos como los Cremas, empezaron un revuelo por la derrota (0-1) de su equipo ante el Club Usac.
A decir de los testigos, la seguridad presente en el estadio fue amenazada con armas blancas, y el público fue atacado con piedras, mientras que muy cerca se escuchó la detonación de varios disparos de arma de fuego.
Tiempo atrás la violencia que se ha vivido en repetidas ocasiones en este estadio de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), ha llevado a que los mismos árbitros de la Federación Nacional de Futbol (Fedefut), se nieguen a arbitrar los partidos que allí se realicen.
Ante el panorama de violencia, el último día de febrero el Consejo Superior Universitario (CSU) autorizó el ingreso de agentes de la PNC y de fiscales del Ministerio Público (MP) a la Universidad para que puedan atender el desorden público o cuando esté en peligro la vida de personas que pertenezcan a la institución.
SEGURIDAD O AUTONOMÍA
La Usac por ser un ente autónomo no ha permitido, en años pasados, el ingreso de autoridades y agentes de seguridad nacional, tal como el Ejército y la Policía Nacional Civil (PNC), lo que podría considerarse como uno de los principales obstáculos a la garantía de la seguridad universitaria.
Algunos estudiantes han cuestionado si permitir el acceso a las fuerzas de seguridad para estos eventos deportivos es justificable ante la autonomía universitaria.
Arkel Benítez, viceministro de Prevención del Delito del Ministerio de Gobernación, dice a La Hora que la población debe comprender que incluso las instituciones autónomas son entes con los que su ministerio tiene que coordinar acciones de seguridad.
“Nos corresponde coordinar los esfuerzos para poder tener una política de investigación con criterios de justicia y judicialización con el Organismo Judicial, que tiene independencia de poderes”, dice.
A decir del funcionario, la Corte de Constitucionalidad (CC) ya tiene varios fallos que indican que las instituciones de autonomía deben ser respetadas a través de un trabajo de coordinación, y no de imposición.
Según Renato Durán, secretario general Administrativo de Fedefut, el tema de autonomía no es algo que se quiera pasar por alto, pero los estudiantes deben tomar en cuenta que la Universidad cuenta con un Club de futbol que está registrado, y que participa en la Liga Nacional.
Al momento se ha propuesto la conformación de una mesa técnica en donde se compartirán las experiencias que se viven en los estadios para poder analizar cuál es la mejor estrategia para apoyar la prevención de casos de violencia dentro de los centros deportivos.
“Lo que no queremos es que haya la necesidad de tener que restablecer el orden público y en esa parte una gran responsabilidad la tiene también el ciudadano, que debe tener claro que va al estadio con una lógica bien clara, en donde sus valores sean firmes y tiene que saber ganar o saber perder… y que eso no signifique un disparador de la violencia”, dice Benítez.
De esta forma, indica que la seguridad de los estadios no se mide según la cantidad de policías o la cantidad de patrullas presentes, pues el nivel de seguridad de un centro deportivo dependerá del esfuerzo de todos, es decir, una “corresponsabilidad” para garantizar el resguardo de todas las personas.
La presencia de fuerzas de seguridad dentro del recinto deportivo de la Universidad dependerá de la decisión de la Usac hasta que las autoridades, tanto de gobernación como de la Liga, alcancen un acuerdo.
MÁS INVERSIÓN
Como se ha visto durante años, los ataques han llevado a que los expertos en futbol suspendan el uso de estas instalaciones, lo cual podría suceder de nuevo si las condiciones de seguridad no mejoran.
Aunque no es una obligación jugar en el Estadio Revolución, es probable que sin una fuerte inversión de parte del Club de la Usac, el estadio ya no sea utilizado para albergar encuentros futbolísticos.
“La Liga Nacional tiene normativa y requisitos para que los clubes puedan utilizar ciertos estadios, aprobado por la Federación y también supervisado por FIFA. Aquí es sencillo: Si la Universidad de San Carlos quiere usar el Estadio Revolución tiene que propiciar la seguridad. Si entendemos que no puede entrar la fuerza pública por las razones históricas que conocemos, entonces, tiene que redoblar o triplicar la seguridad que hagan en seguridad privada”, explica Durán.
“Es lo que hagamos todos juntos, coordinados, lo que puede generar un cambio. Hay que trabajar en revisar los reglamentos de competencia disciplinario, cuáles son las falencias, qué puede propiciar que las personas no cumplan con la normativa. Hay que trabajar en que cada Club conoce quiénes son los que integran sus barras, sus porras, y quiénes son los líderes positivos o líderes negativos que tiene cada porra”, detalla el secretario de la Fedefut.
Se planea que esta información sea trasladada al Ministerio de Gobernación, mientras tanto cada Club podrá negar el acceso a aquellas personas consideradas como riesgosas en la organización de partidos.
Por otro lado, queda claro que cada equipo organizador de un partido tiene la responsabilidad de implementar las medidas necesarias para garantizar la seguridad a los aficionados y demás personas presentes.
Cada estadio debe contar con un plan y protocolo de seguridad, el cual debe permanecer registrado en la Liga de futbol. “Muchas veces caemos en que hay disposiciones legales vigentes, pero que no son positivas, no se cumplen con cabalidad”, por lo que serán revisadas, indica Durán.
Por otro lado, el panorama de violencia obliga a la Liga a supervisar y a monitorear los estadios para minimizar la reincidencia. “Aquí tienen que ser esquemas integrales de seguridad adecuados a los eventos deportivos”, indica el funcionario.
PROGRAMAS DE PREVENCIÓN
Ante la problemática de constante violencia en los estadios, desde el año pasado el Viceministerio de Prevención inició el programa 90-0, que significa noventa minutos de juego con cero minutos de violencia.
“La idea inicial era empezar a penetrar en el tejido deportivo a nivel de los estadios por una sencilla razón. El futbol es un deporte que moviliza a muchas masas… y en esa movilización incrementa mucho más la responsabilidad del cumplimiento de proteger a todas las personas”, cuenta.
Básicamente, el programa busca la prevención primaria de la violencia, con lo que se quiere reincorporar a los niños a la actividad deportiva. “El clima que se percibe de violencia en los estadios desincentiva la participación en armonía y en convivencia de las familias para que disfruten del futbol. El futbol sigue siendo un deporte popular… para nosotros es uno de los antídotos más reales y genuinos contra la violencia en un país que es predominantemente joven su población, donde es muy popular el futbol”, explica.
Aun así acepta que “ha costado un poco”, porque no se tiene la dimensión de lo que implica permitir que un equipo de prevención resguarde un estadio.
SEGURIDAD EN EL INTERIOR
De acuerdo a Benítez, los encuentros futbolísticos que se desarrollan en el interior del país son tema de monitoreo por parte de la policía, quien está pendiente de los calendarios de los encuentros deportivos. El comisario a cargo de la jurisdicción en donde se encuentra el estadio tiene un control de seguridad para dar alerta sobre posibles incidentes.
“Obviamente, la cantidad de policías tiene una trascendencia en torno al análisis de riesgo que hace el comisario en donde la variable de cantidad de personas tiene relación con la variable de antecedentes de hechos delictivos que se han suscitado en ese estadio, como para hacer una correlación lógica de cuántos policías deben participar”, dice Benítez.
Aun así el problema de la falta de presencia institucional no solo se relaciona con la cantidad de policías, también tiene que ver con la lógica de los diversos actores, como en la capital. En varias ocasiones, la presencia policial ha logrado la captura de hasta siete personas en los estadios, por lo que el viceministro indica que sí hay presencia de las fuerzas de seguridad.
“Lo que no queremos, y lo que, entiendo, la Federación tampoco quiere, es que la imagen del futbol se siga manchando por ese tipo de actos vandálicos en donde también la conciencia de los aficionados y sus acciones preventivas tienen un rol fundamental y un rol colaborativo hacia la autoridad para poder preservar de mejor manera el escenario deportivo”, aclara.
Finalmente, el funcionario dice que las acciones de prevención han tomado auge y ha dado resultados a pesar de que es un trabajo de tipo “silencioso”. “Los adultos tenemos el gran desafío y el gran reto de dar el ejemplo a esas futuras generaciones si queremos realmente que Guatemala sea segura, una nación saludable en donde el deporte se practique con toda tranquilidad”.
LOS AFICIONADOS
La opinión de los aficionados ante estos sucesos es muy importante, ya que son quienes en su mayoría han presenciado estos ataques.
Uno de los aficionados del Club Usac que iba acompañado de un menor explica que estos enfrentamientos se han desarrollado dentro del estadio solamente cuando los Cremas han jugado contra la Universidad. Lo que pone en evidencia, una vez más, el vulnerable sistema de seguridad con que cuenta dicha cancha.
De acuerdo a Durán, el que estos incidentes ocurran constantemente cada vez que los Cremas y la Usac juegan puede deberse a que ambos son equipos locales, y que ambos pelean por el liderato dentro del Torneo Clausura. “Eso no lo justifica, pero podría ser una condicionante… y hay una rivalidad bien marcada de los equipos de aquí de la región metropolitana”, opina.
La Federación se encuentra en una posición de alerta comprometida a buscar una solución integral, indica el secretario.
De igual forma, se quiere transformar la realidad del futbol en Guatemala, “no podemos seguir permitiendo que haya violencia en los estadios, que se siga alejando la gente del futbol a causa de malos aficionados que obviamente propician este tipo de escenarios en los diferentes campos, porque no ha sucedido solo en la Universidad, también se ha dado en otros estadios”, aclara.
Aníbal Godínez, fanático de los Cremas, comentó en la cuenta de Facebook del equipo que son “lamentables este tipo de acciones que por algunos que dicen ser aficionados al futbol utilizan siempre la violencia. Basta que se sigan dando este tipo de incidentes, hay que poner un alto a este problema específicamente en el futbol, pues muchos nos hemos alejado de los estadios por estos malos actos, no sólo el futbol ha bajado de calidad y aunado a estos problemas créanme que a ese paso desaparecerán muchos equipos”.
Igualmente, Juan Francisco Amperez Lem, opinó en la misma cuenta: “Como 100 por ciento Crema, es bueno que la Junta Directiva del equipo aclare a la opinión pública todos los hechos acontecidos en el Estadio Revolución… De lo contrario oponerse a NO ir a jugar más, a ese mal llamado estadio, porque no brindan ninguna seguridad… y no hay que buscar culpables, si no qué soluciones para que en un futuro no muy lejano, no se vayan a lamentar muertes de aficionados”.
Parte de la solución para prevenir estos incidentes no sólo tiene que ver con la restricción de ciertas personas, como los líderes de la porra negativa y quienes se encuentren bajo la influencia de bebidas alcohólicas, sino en la toma de conciencia que permita a los árbitros, jugadores y espectadores disfrutar de la recreación a través del deporte.
Mediante un comunicado liberado poco después de los disturbios del 23 de febrero último, el equipo crema expresó: “en el recién encuentro contra Universidad participamos como equipo visitante, razón por la cual no tuvimos bajo nuestra organización el manejo de dicho encuentro, desaprobamos cualquier acto reñido con la ley que haya sido cometido por algunos pseudoaficionados”. De igual forma los Cremas aseguraron que buscarán impedir el acceso a los “malos aficionados” de los partidos locales.
“…Hacemos un llamado a todos los equipos que conforman la Liga Nacional de Futbol, para que cerremos filas y entre todos iniciemos una campaña de denuncia en contra de cualquier persona que siembre violencia y pánico en nuestros diversos encuentros a efecto de que podamos en conjunto limitar el acceso a nuestros estadios a este tipo de lacras sociales”, continúa el comunicado.
Además pidieron que se conforme una Comisión Revisora de Estadios para que ésta dictamine la inhabilitación de algunos estadios que no ofrecen las condiciones mínimas de seguridad a los aficionados asistentes, jugadores e inclusive cuerpo arbitral.
Arkel Benítez
Viceministro de Prevención del Delito