Los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional dijeron el martes que los controladores terrestres están tratando de definir cómo pueden dejar el vasto complejo en funcionamiento, qué luces hay que dejar encendidas o qué ventilación abierta, en caso de que sea necesario abandonarla temporalmente.
Un cohete ruso presentó problemas durante el despegue y se estrelló en Siberia. Es el mismo tipo de cohete utilizado para enviar personas a la estación. Hasta que los ingenieros rusos puedan descubrir qué salió mal, todos los lanzamientos del Soyuz están detenidos.
Seis hombres viven en la estación espacial. Tres de ellos dejarán las instalaciones la semana entrante, una semana más para mantener el destacamento completo el mayor tiempo posible. Un nuevo equipo de tres personas debería de llegar este mes. Sin embargo, el vuelo ha sido retrasado al menos hasta principios de noviembre, apenas dos semanas antes de que los tres residentes restantes tengan que dejar la estación.
Dado que la investigación sigue en proceso, «hay muchas cosas que hay que apilar» para permitir un despegue a principios de noviembre, dijo el astronauta estadounidense Michael Fossum.
Fossum dijo que él y sus dos compañeros de equipo dejarán la estación espacial en las mejores condiciones posibles si es que debe ser desalojada.
«Los equipos en Houston están en las etapas preliminares de decidir todo, desde cuáles ventilaciones vamos dejar funcionando, qué luces se dejarán encendidas, en qué condiciones se quedará cada experimento, cada tanque, cada válvula, cada escotilla», dijo Fossum en una conferencia de prensa desde el espacio.