Los fuegos que afectan a las islas de Gran Canaria y Tenerife, en el archipiélago español de las Canarias, se encuentran hoy estables, tras quemar más de 35.000 hectáreas y obligar a evacuar a 12.000 personas desde el fin de semana, dijeron autoridades insulares.
«El perímetro no está controlado, sino estabilizado el grado anterior», afirmó a la AFP un portavoz del Cabildo de Tenerife, donde se localiza el incendio que más preocupa a los técnicos.
Según la misma fuente, «no se ha incrementado la superfie afectada, que es de 14.870 hectáreas, estamos trabajando en todos los frentes, pero por lo menos no se amplía esta zona», situada en el norte de la isla de Tenerife, donde quedó controlado el frente que se acercaba al parque natural del Teide.
Seis helicópteros y un hidroavión apoyaban hoy a los 900 efectivos del personal de tierra que luchan contra el fuego, que ha obligado a la evacuación de 9.000 personas.
Las tareas de extinción, a las que está previsto que se incorporen a lo largo del día dos aviones más y dos helicópteros, se centran ahora en los municipios de El Tanque y Garachico.
Los técnicos que luchan contra este incendio en Tenerife confían en que a lo largo del día amaine el viento, el principal aliado del fuego en estos últimos días, y bajen un poco las altas temperaturas, que en ocasiones han superado los 40 grados.
El portavoz expresó su esperanza de que si se cumplen las previsiones meteorológicas, el incendio pueda quedar controlado a última hora del día.
De la misma manera, en el centro de la isla vecina de Gran Canaria, el otro incendio parece estar bajo control después de haber quemado 20.000 hectáreas y obligado a evacuar el lunes varios miles de personas.
«Los incendios están ahora todos estabilizados, ahora los medios se están concentrando en un frente, y se va a sobrevolar la zona para ver si se da por controlado el incendio», según un portavoz del Cabildo de Gran Canaria.
Gran parte de las personas evacuadas el lunes en Gran Canaria pudieron regresar a sus domicilios el martes por la noche, una vez apartado el peligro, especialmente en los municipios de Mogán y San Bartolomé de Tirajana, dos de los más afectados por el fuego, aunque aún quedaría otro millar de personas que no han podido volver aún.
«Ahora mismo las noticias son más optimistas, aunque puede cambiar la situación del viento y nos vemos otra vez en una situación dramática», matizó prudentemente el presidente regional canario, Paulino Rivero, en declaraciones a la radio Cope.
Para el presidente regional canario, «se trata del incendio más importante de los últimos decenios», que ha arrasado un tercio de la masa forestal de la isla de Gran Canaria, según la fundación Foresta.
El jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se desplazó el jueves al archipiélago canario para conocer las zonas afectadas, tal como ya había hecho cuando se trasladó a Galicia (norte) con motivo de la oleada de incendios forestales que quemaron más de 80.000 hectáreas en agosto pasado.
Zapatero, en compañía de Rivero, anunció en Tenerife ayudas para los damnificados y advirtió que el «peso de la ley» recaerá sobre los autores de los fuegos.
Un guardia forestal permanece detenido y se arriesga a una condena de hasta 20 años de cárcel tras confesar ser el autor del incendio de Gran Canaria, mientras el gobierno canario también sospecha que el incendio de Tenerife «pueda ser provocado».