Estamos ya a casi año y medio de la fecha en que, salvo los imponderables, hayan de celebrarse las próximas elecciones generales 2011…
Varios personajes que, por andar repartiendo sonrisas farisaicas y haciendo promesas con tufo demagógico entre la gente humilde y empobrecida de la campiña y de centros urbanos, se erigen en presidenciables, y es que no han sobresalido como líderes en otros grupos. Algunos de esos ambiciosos y vanidosos politiqueros están o han estado prendidos a las ubres del presupuesto nacional, y evidentemente no tienen arrastre más que en los pies… Hay dos corrientes político-ideológicas aquí, en esta Guatemala subdesarrollada, y en el resto del mundo no fanatizado ni idiotizado y, por añadidura recurriendo al terrorismo como acontece en unos países sudamericanos, en el Caribe, en el Cercano Oriente y en la región del sudeste asiático que están hundidos en sangrienta anarquía, entre algunos otros aisladamente… Son sólo dos, como decimos, esas corrientes: La democrática con sus beneficiosos valores positivos y la antidemocrática, o sea la del llamado izquierdismo que, dicho sea de refilón, al hacerse fuerte en el poder impone la tiranía, manda al paredón y a las diabólicas prisiones a los opositores reales o supuestos, dispone la abolición de la propiedad privada y comete otras barrabasadas como ha ocurrido en la Cuba de los Castro y su rebaño. Hemos dicho en el titular que aquí está dejando los pañales la política-electoral prematuramente y, de esa manera, no deja de entorpecer la obra de Estado. Eso han hecho los políticos partidistas y arribistas de todos los tiempos de vivificantes aires de libertad, no así cuando se ha soportado cabizbaja y aterida la cargada atmósfera de las dictaduras y tiranías. No es mucha la «carroña» (léase la «guayaba»), pero la zopilotera del cuento ya está revoloteando pensando en satisfacer sus ambiciones de medro y mando a más no poder y para todo lo demás que es imaginable… Hasta hoy son estos politicantes los personajes que sueñan con entronizarse en el llamado Palacio Nacional de la Cultura: Manuel Valdizón, el general Otto Pérez Molina, doña Sandra Torres de Colom, Abraham Rivera Sagastume, Hugo Caballeros y algún o algunos otros que estarán aceitando sus mejores armas a lo callado y oculto… …Dijimos en alguna ocasión, en este espacio de LA HORA, que en nuestro alegre patio centroamericano todavía no hay líderes políticos bien formados como otrora para contar con la escalera que se necesita para subir al cielo de la frondosa superdesarrollada burocracia. Pérez Molina sí «las polainas», dice mucha gente. El de mayor liderazgo, como lo hemos expresado en otras oportunidades, sería el general José Efraín Ríos Montt que, remedando a los fogueados toreros en el coso, con fintas y contrafintas ha sido capaz de continuar ocupando relevantes posiciones en el partidismo y en el gobierno, y ha logrado dejar «chiflando en la loma», como se dice populacheramente no sólo a conocidos «izquierdistas» relajeros, sino también ha sabido evadir la cacería de Garzón, quien ahora ha sido cazado en Madrid por varios hechos punibles. A estas alturas del tiempo, la ciudadanía guatemalteca debería tener plena conciencia de lo conveniente y de lo que es inconveniente para la patria respecto de los hombres y de las damas que tratan de ocupar altas posiciones de gobierno; mas, como las agrupaciones respectivas, deliberadamente o por su crasa ignorancia, dejan en el vacío los valores del civismo, más bien optan por predicar en los mítines el «chancismo» con derroche de oportunismo y de cinismo para que siga la fiesta con lo mismo (discúlpese lo paronomástico de la terminología). El voto, para que entrañe verdadero valor cívico, debe responder al pensamiento, al sentimiento y al patriotismo de los ciudadanos, no a la consigna sectaria ni a la obediencia ciega de los que se han hecho al timón de la «mierra», o sea la rastra de la del partidismo de la politiquería… Dejemos hablando solas a las recuas y depositemos conscientemente el sufragio por quienes demuestren a lo largo de la campaña político-electoral tener los quilates y las agallas que se requieren para afrontar con decisión la tremenda problemática general que afecta a la población, principiando por un trabajo que realmente sea positivo y de beneficio para el Estado, porque es menester administrar honesta y eficientemente todo lo que constituye el patrimonio estatal; combatir sin contemplaciones o complacencias la corrupción, la rusiente inseguridad que nos tiene de rodillas y lloriqueando como mujeres plañideras; incrementar los ingresos mediante nuevas y acertadas políticas de actividad, descartando más impuestos y endeudamiento interno y externo, además de ir armonizando en todo lo posible el que ya llevamos como cruz a cuestas y, en fin, debe prescindirse de todo lo que sea un sobornal para todos los guatemaltecos.