Esperan fin de moratoria de construcción


Para el colono judí­o Ariel Haskin, el rugido de la topadora fuera de su casa en Cisjordania es el primer paso hacia la esperada sentencia de muerte a la moratoria sobre la construcción en los asentamientos a la que siempre se opuso.


«Nosotros vivimos aquí­ porque ésta es nuestra tierra», afirma este colono de 40 años, padre de cinco niños. ¿Cómo es posible que el único lugar en el mundo donde un judí­o no puede construir una casa sea en Judea, la cuna del pueblo judí­o?», preguntó.

La expiración de la moratoria sobre la construcción de nuevas viviendas para colonos en Cisjordania, prevista el próximo domingo, ha sido objeto de intensas negociaciones en las últimas semanas y amenaza con poner fin a las negociaciones directas de paz israelo-palestinas reanudadas el 2 de septiembre pasado, luego de una interrupción de 20 meses.

Los palestinos consideran que la presencia de unos 500.000 israelí­es en más de 120 colonias en Cisjordania y Jerusalén Este ocupado constituyen una amenaza importante a la creación de un Estado palestino viable en los territorios ocupados por Israel en la Guerra de los Seis dí­as de 1967.

Los palestinos advirtieron que abandonarán las negociaciones si se reanudan las construcciones, y la comunidad internacional, liderada por el presidente norteamericano Barack Obama, pidió a Israel que prolongue la moratoria parcial.

Pero en este asentamiento en la cima de una colina en el sur de Cisjordania, donde unos 1.500 israelí­es viven en ordenadas filas de casas con techos rojos, los colonos se están preparando para la construcción y esperan que el primer ministro Benjamin Netanyahu cumpla con su promesa de no prorrogar la moratoria.

«Espero que la construcción recomenzará por fin», sostuvo Haskin, agregando que su comunidad desea construir algún dí­a 800 casas adicionales, incluyendo 180 en los próximos años.

«La construcción de casas en Judea y Samaria no es el problema», sostuvo, utilizando la designación bí­blica para Cisjordania ocupada. Se cree que en Teqoa nació el profeta judí­o Amos en el siglo 8 antes de Cristo.

«La verdadera cuestión consiste en saber si los palestinos están dispuestos a reconocer la existencia de un Estado judí­o. Netanyahu está decidido a reanudar la construcción, tal como prometió», añadió.

El partido Likud de Netanyahu (derecha) y otras organizaciones polí­ticas favorables a los colonos en la coalición han pedido al jefe de gobierno que resista a las presiones para prorrogar la moratoria, advirtiendo que esa iniciativa podrí­a poner en peligro su futuro polí­tico.

Sin embargo, muchos colonos han ignorado la prohibición y continuaron construyendo estructuras que a veces son desmanteladas por el ejército.

«Suceda lo que suceda, nosotros continuaremos construyendo, con o sin autorización», dijo Danny Halamish, uno de los fundadores de Maale Rehavam, un puesto de vanguardia cerca de Teqoa construido en violación de la legislación israelí­.

La comunidad internacional considera que todos los asentamientos son ilegales.