El Salvador aguarda la ayuda internacional para atender a los miles de afectados por el huracán Ida y además iniciará un lento recuento de los daños que han dejado las inundaciones, que dejaron al menos 130 fallecidos y más de 10.000 evacuados.
«Los salvadoreños no estamos solos, hemos tenido la voz solidaria de varios países del mundo y del sistema multilateral y esa ayuda se empezará a canalizar inmediatamente pues comenzarán a llegar (este lunes) los primeros cargamentos de ayuda», afirmó el canciller salvadoreño, Hugo Martínez.
En la noche del domingo el presidente Mauricio Funes, decretó el estado de emergencia nacional, con lo que su gobierno da luz verde para que se destinen fondos especiales para atender la emergencia suscitada por las lluvias, aunque el monto de dinero a utilizar no ha sido precisado.
Por ahora, esta nación centroamericana ha recibido ofrecimientos de ayuda de países como Cuba, Japón, Panamá, Venezuela y Guatemala, además de la Unión Europea y las Naciones Unidas, explicó Martínez.
Mientras tanto, el huracán Ida perdía fuerza al dejar el continente y desplazarse por el Golfo de México el lunes por la mañana. A las 09H00 GMT, Ida se ubicaba a 460 km al sur-sureste de la desembocadura del río Mississippi, según el Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami.
Antes de degradarse a categoría 1, con vientos máximos sostenidos de 150 kilómetros por hora, Ida también pasó por la península mexicana de Yucatán, sin dejar daños importantes en la infraestructura del balneario Cancún.
Las autoridades meteorológicas emitieron una alerta de huracán para las costas norte del Golfo de México, desde Pascagoula, en el estado de Mississippi, hasta Indian Pass, en el estado norteamericano de Florida. El centro meteorológico anticipó que el ciclón seguirá debilitándose pero podría mantener la fuerza de huracán al golpear la costa estadounidense.
Este lunes el canciller salvadoreño se reunirá con el cuerpo diplomático acreditado en el país para presentarle la actual situación de emergencia y definir los mecanismos de cooperación.
En tanto, el ministro de Gobernación, Humberto Centeno, señaló que se espera iniciar en el corto plazo la evaluación de daños que han dejado al país las lluvias que se han mantenido desde el pasado jueves.
El presidente salvadoreño agregó que en los próximos días con ayuda de técnicos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y de las Naciones Unidas se efectuará un estudio sobre los daños y el costo de los mismos.
Según el balance del director de Protección Civil, Jorge Meléndez, el ciclón dejó 130 muertos y dejó a 10.348 personas evacuadas, en albergues de todo el país.
En un conteo preliminar de daños materiales por las lluvias dado a conocer en la noche del domingo se contabilizaba 1.570 casas dañadas, 168 viviendas destruidas y 1.400 viviendas en condiciones de alto riesgo.
«Los salvadoreños hemos sufrido catástrofes, unas más grandes que otras, pero siempre hemos salido adelante y de esta vamos a salir», remarcó el ministro de Gobernación.
El presidente Funes señaló que las pérdidas humanas y daños causados por las lluvias «es la expresión» de la «vulnerabilidad» del territorio salvadoreño ante fenómenos naturales.
Funes, quien este lunes tiene previsto visitar las zonas dañadas por las lluvias, también señaló que, de momento, «es incalculable» poner una cifra «a la magnitud de los daños» causados por las lluvias.
Los departamentos más afectados por las lluvias son los centrales departamentos de San Salvador, La Libertad, Cuscatlán, La Paz y el oriental departamento de San Vicente.