Esperan acabar con mortandad


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Los cientí­ficos que estudian una misteriosa epidemia que ha matado a millones de murciélagos y se propaga en América del norte afirmaron que han detectado una diminuta luz de esperanza para acabar con lo que se ha conocido como el sí­ndrome de la nariz blanca.

Por WILSON RING MONTPELIER / Agencia AP

Por razones sin explicación inmediata, los investigadores han encontrado en el noreste estadounidense colonias aisladas de pequeños murciélagos pardos que están sanos. Esa especie de murciélago era la más común en la región y ha sido la más afectada por el sí­ndrome de la nariz blanca.

Es prematuro afirmar que las colonias sobrevivientes representan un núcleo que pudiera repoblar la zona donde millones de murciélagos devoraban decenas de miles de millones de insectos cada año, pero los cientí­ficos proyectan estudiar a los sobrevivientes con la esperanza de ahondar en las causas del fenómeno.

«Tienes una uñita aferrada a un precipicio, y eso es bueno», ejemplificó Mollie Matteson, que labora en la ciudad de Richmond para la organización no lucrativa Centro de Diversidad Biológica. Este grupo solicita más apoyo económico federal para continuar la investigación sobre la nariz blanca en el único mamí­fero que vuela.

Los cientí­ficos prevén reunirse el mes próximo en Pensilvania para analizar la mejor manera de estudiar a los sobrevivientes.

En una mina de carbón abandonada en el condado de Luzerne, en el estado de Pensivalnia, sobreviven unos 2 mil murciélagos en aparente estado sano, de acuerdo con los investigadores. Antes de la enfermedad, en la mina habí­a de 50 mil a 80 mil ejemplares en el invierno.

El mal de la nariz blanca es causado por un hongo que orilla a los murciélagos a despertar de su hibernación invernal y mueren cuando salen volando a lugares frí­gidos con escasos insectos. El sí­ndrome fue detectado primero en las montañas Adirondack del estado de Nueva York en el 2006 y desde entonces ha causado la muerte de al menos un millón de ejemplares. Se ha dispersado al oeste hasta Misurí­ y también hacia Canadá sobre los Grandes Lagos.

En algunas áreas, la nariz blanca ha acabado con el 99% de las poblaciones de murciélagos. Si la mortandad terminase ahora, se necesitarí­an 200 años para que volver a tener el anterior número de ejemplares, dijo la vocera de la investigación del mal en el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, Ann Froschauer.