Espejito, espejito, dime quién es…(II)


Continuando con el autoanálisis de la gestión de los ministros salientes; es decir con el uso del espejito de la madrastra de Blanca Nieves.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Rodolfo Colmenares, en Trabajo, estima como éxito haber impulsado la Ley del Adulto Mayor, ley que no provino del Ejecutivo y que por consiguiente no puede apropiársela la iniciativa es del diputado de la UNE, Manuel Baldizón. Considera un éxito la construcción de seis centros de recreación para los empleados públicos, quienes han señalado que no tuvieron posibilidades de utilizar los centros porque estos se los reservó el gobierno saliente para uso de sus afiliados y para uso de actividades polí­ticas ocultas o particulares del alto mando y amigas.

La mayor deuda de este ministerio es el no haber logrado que el Presidente y Vicepresidente de la República fortalecieran el respeto al Código de Trabajo, la mejora o por lo menos la conservación del poder adquisitivo de los salarios; por ello, no extraña que la Inspección General de Trabajo haya brillado por su ausencia durante los cuatro años de un gobierno que no tuvo ecuanimidad social y laboral, incluso llegó al colmo de apoyar la propuesta que el salario mí­nimo debí­a ser por productividad para congraciarse con la cúpula económica.

Adela de Torrebiarte, última en Gobernación, reclama como éxito la depuración de las fuerzas civiles de seguridad, es de reconocer que aunque no es una profesional en esa área, por lo menos su sinceridad y devoción a la tarea la califica, comparativamente con Carlos Vielmann y ya no digamos con Arturo Soto, como una persona menos inadecuada, lo que no anula la gran inseguridad de la gestión de Berger que merece el «Oscar» de la incompetencia en cuanto a la inseguridad, combate al crimen y al narcotráfico donde superó a todos los gobiernos anteriores.

Francisco Unda, en Comunicaciones, se atribuye como éxito la continuidad de las obras iniciadas por las anteriores gestiones, ¿será ese un éxito? o es la obligación que tiene cada gobierno, cada ministro, de continuar la infraestructura contratada, planificada o iniciada por sus antecesores. Ejemplo, el haber concluido e inaugurado la escuela técnica de la costa sur no es más que haber aprovechado la idea, negociación, financiamiento y planificación que realizó el gobierno anterior.

La deuda no es el no haber iniciado la Franja Transversal del Norte que proviene desde Lucas, o el anillo metropolitano que es del gobierno de Arzú, la deuda es la mala e innecesaria inversión en la Terminal aérea la Aurora y de cuatro pequeños aeropuertos que solo le sirven a los pocos que tienen aviones y helicópteros privados, descuidando otras obras.

Carmen Urí­zar en Energí­a y Minas dejó la deuda más grande de cualquier ministerio, no fue capaz de crear ningún estí­mulo para que en Guatemala los combustibles no sean desmedidamente aumentados y se enriquezcan tanto los intermediadores, no creó una matriz o polí­tica de sustitución de energí­a eléctrica generada por petróleo, mucho menos fue capaz de renegociar las graví­simas concesiones que en minerí­a se han otorgado, que tanto daño ecológico y social están provocando, en otras palabras llegó pero no produjo nada.