Especies en peligro de extinción


El calentamiento climático va a poner en peligro la existencia de numerosas especies de la fauna y la flora, como los corales y los osos polares, advirtieron expertos mundiales sobre el clima reunidos en Bruselas.


El Grupo intergubernamental de expertos sobre la evolución del clima (IPCC, según sus iniciales en inglés) publicará el 6 de abril el segundo capí­tulo de su informe consagrado esta vez a las consecuencias del fenónemo.

«Es muy probable que el cambio climático significará una extinción de numerosas especies y una reducción de la diversidad de los ecosistemas», según el proyecto de documento del cual la AFP obtuvo una copia.

Entre 20 y 30% de las especies están amenazadas de extinción durante este siglo si la temperatura promedio del planeta aumenta de 2 a 3 grados en relación a 1990.

En febrero, cuando se publicó el primer capí­tulo del informe, el IPCC predijo un alza de 1,8 a 4 grados de la temperatura promedio del planeta de aquí­ a 2100 con respecto a 1990.

Cada especie reacciona de manera diferente al calor y alcanza más o menos rapidamente su lí­mite de resistencia.

Un alza de algunos décimos de grado constituye ya una seria amenaza para los frágiles arrecifes de coral o para la flora del desierto de Karoo en Sudáfrica.

Si los corales mueren, mueren también en cadena otros invertebrados y las especies que se alimentan de ellos, provocando una disminución de numerosos recursos económicos.

En el Artico, donde el ritmo de calentamiento es dos veces más rápido, los osos polares están directamente amenazados por la disminución de la capa de hielo.

En un primer tiempo, el aumento de la temperatura y las emisiones de gas carbónico, pueden tener efectos positivos para el crecimiento de las plantas en las regiones temperadas. Pero a medida que el calor aumenta, el fenómeno se invierte y la vegetación se marchita.

Más allá de 3 grados suplementarios, los ecositemas podrí­an emitir más gas carbónico que el que absorben, amplificando así­ los cambios climáticos, explican los expertos.

La ola de calor que afectó a 16 paí­ses europeos en agosto de 2003 (70.000 muertos suplementarios) alteró la vegetación, liberando unos 500 millones de toneladas de gas carbónico, principal gas de efecto invernadero responsable del calentamiento, según el Laboratorio de ciencias del clima y del medio ambiente (LSCE).

Por otra parte, la ola de calor provocó numerosos incendios que devastaron más de 650.000 hectáreas de bosques, liberando también importantes masas de gas carbónico, según el IPCC.

Los impactos del cambio climático sobre la biodiversidad serán tanto más importantes cuanto que los ecosistemas están cada vez más debilitados por la presión de las actividades humanas.

La proliferación de especies invasoras es una ilustración de estas variaciones en el ecosistema, pues el calentamiento da «una ventaja competitiva a ciertas especies externas» con respecto a las especies locales, estiman los expertos.

Tal es el caso del abejorro negro de Asia (Vespa velutina) que devora las abejas y que llegó a Francia a fines de 2004, provocando grandes daños en el sector de la apicultura.

La biodiversidad debe ser puesta de urgencia bajo estricta vigilancia, señalo el ecólogo Robert Barbault, proponiendo la instalación de un grupo de expertos especí­ficos para la biodiversidad, tal como se ha hecho en cuanto al clima con la IPCC.