Español acusado por millonario fraude


Detrás de la generosidad del empresario español Pedro José Urrutia Urrutia, detenido en Costa Rica por pedido de las autoridades españolas que han solicitado su extradición, se esconde un ladrón de «cuello blanco» acusado de estafar 24 millones de dólares.


Calificado por policí­as españoles como «un audaz delincuente de cuello blanco», Urrutia, de 71 años, fue detenido el martes en el pueblo de Terrón Colorado, en el municipio de San Carlos, en el norte de Costa Rica, donde era conocido por su generosidad.

El arresto conmocionó a los residentes de la zona, donde el español era apreciado por su generosidad y su disposición a colaborar en obras sociales.

Todos creyeron que Urrutia habí­a dejado su patria para instalarse en ese apacible pueblo centroamericano porque sufrí­a problemas del corazón.

El propio obispo de Alajuela, íngel San Casimiro, expresó su sorpresa por el arresto y recordó que Urrutia nunca escatimó dinero para ayudar a escuelas y a niños pobres de la zona.

«Nos uní­a una buena amistad y nuestras raí­ces», dijo a la prensa el obispo, también de origen español.

«Me contó que estaba mal del corazón y que necesitaba un lugar tranquilo donde vivir. La vedad es que esto me ha dejado sorprendido», agregó.

Pero la policí­a española presenta un perfil opuesto de Urrutia, quien escapó de un hospital penitenciario de Barcelona en octubre de 2006, pocos meses antes de radicarse en Costa Rica, donde obtuvo la residencia legal.

«El es un gran embaucador y dramatiza mucho. No está tan mal (de salud). Es un astuto y audaz delincuente de cuello blanco», dijo el policí­a español José Barahona en conferencia de prensa este miércoles en San José.

Urrutia, sobre el que penden cuatro condenas por fraude en España, está acusado de estafar a un holding empresarial hispano, en connivencia con su director financiero, apropiándose de 18 millones de euros (unos 24 millones de dólares), dijo Barahona.

«Tiene el perfil tí­pico de un estafador, (pues) conoce a todo el mundo», agregó Barahona, quien participó en el arresto del supuesto hombre de negocios junto a su colega Carlos Fernández de la Reguera, y policí­as y fiscales costarricenses.

La Fiscalí­a de Costa Rica confiscó a Urrutia tres inmuebles, tres autos de lujo Mercedes Benz y cuentas bancarias, por un monto total de unos 1,8 millones de dólares, menos del 10% del dinero defraudado el grupo empresarial.

Cuando procedieron a la detención, llegaba un camión cargado con lujosos muebles para su mansión.

Barahona dijo que en España han sido detectados y confiscados bienes y depósitos por otros 600.000 euros (unos 800.000 dólares), por lo que casi el 80% del dinero sustraí­do por Urrutia sigue sin aparecer.

Por esta razón, las policí­as de ambos paí­ses seguirán rastreando el destino de los fondos, en el marco de colaboración amparada por la Convención de la ONU contra la delincuencia organizada transnacional, dijo Andrea Murillo, coordinadora de relaciones internacionales de la Fiscalí­a costarricense.

«El tribunal de San José ordenó su captura y se abrió un proceso de extradición» que puede demorar varios meses, agregó la fiscal en la rueda de prensa con los policí­as españoles.