Un año después de alcanzar la gloria en junio de 2008 al ganar la Eurocopa, España vuelve a Viena al estadio donde alzó el trofeo continental para enfrentarse en un partido amistoso a Austria, que ya ha considerado este partido un enfrentamiento entre David y Goliat.
La Roja llega al estadio Ernst Hapel dispuesta a conseguir otra victoria como la que logró el 29 de junio de 2008 ante Alemania para conquistar una Eurocopa 44 años después de su último éxito europeo.
«Aunque sea un partido amistoso, venimos a conocernos mejor e intentar ganar», dijo este martes el centrocampista español del Arsenal Cesc Fábregas, uno de los jugadores que alzó la Eurocopa hace un año y que probablemente será titular el miércoles ante Austria, tras haber empezado en el banquillo el partido amistoso del pasado sábado contra Argentina (victoria 2-1).
Cesc seguramente formará en la medular junto a Andrés Iniesta, Xavi Hernández, David Silva y Xabi Alonso o Sergi Busquet, de manera que el seleccionador español, Vicente del Bosque, volvería a repetir el dibujo utilizado ante la Albiceleste con un único delantero en punta: el valencianista David Villa.
Villa se beneficia así de la ausencia del que fue el auténtico héroe de España hace un año, el artillero del Liverpool Fernando «El Niño» Torres, autor del único gol español que dio la victoria y el campeonato europeo a la Roja hace un año.
Torres, con molestias, ni siquiera ha sido convocado por Del Bosque, que prefiere no forzarlo, especialmente con el Mundial de Sudáfrica 2010 a la vuelta de la esquina, al igual que ha ocurrido con Santiago Cazorla y el hispano-brasileño Marcos Senna, ambos lesionados y que no están en Viena.
Carles Puyol, que sufrió un golpe en la rodilla en el partido contra Argentina, probablemente descansará, siendo sustituido en la zaga por Raúl Albiol, que formará el centro de la defensa junto Gerard Piqué, apoyados por Sergio Ramos y Joan Capdevila, mientras el portero Iker Casillas cumplirá su partido 101 con la Roja.
España, aunque con ganas de ganar, afronta este partido como una celebración de su éxito de hace un año y un homenaje a los anfitriones austriacos, según Del Bosque.
«Sabemos por qué estamos aquí. Este partido contra Austria es un pequeño homenaje nuestro a un país que se portó excelentemente con nosotros, que tuvo una extraordinaria hospitalidad», dijo Del Bosque.
Es un partido de «David contra Goliat», afirmó, por su parte, el delantero austriaco Marc Janko, aunque confía poco en que el pastor gane al gigante.
«Claro que queremos ganar, pero va a ser muy difícil», afirmó Janko, que estaría dispuesto a firmar una derrota por la mínima ante la campeona de Europa, sobre todo si se recuerda el 9-0 que España le endosó a los austriacos en Valencia en 1999 en un partido clasificatorio para la Eurocopa de 2000.
«No tengo miedo a una debacle, pero se trata de nuestro rival más fuerte de este año, es más potente que Francia», afirmó, por su parte, el seleccionador de Austria, Didi Constantini.
«Necesitamos mucha suerte y que España tenga un día negro», añadió Constantini, quien probablemente pondrá sobre el terreno de juego un 4-4-2 con Janko y Roman Wallner en la punta de ataque.
Constantini confía bastante en el buen momento de forma de Janko que ha marcado siete tantos en 14 encuentros internacionales y espera volver a ver puerta en un partido que comenzará con un minuto de silencio en memoria del meta alemán Robert Enke y con un saque de honor a cargo del antiguo astro del esquí alpino, Hermann Maier «Herminator».