La economía española se acerca a la recesión al registrar un crecimiento negativo del -0,2% en el tercer trimestre de este año según cifras provisionales del banco central, afectada por la crisis mundial pero también por el frenazo de un sector inmobiliario demasiado desarrollado.
El crecimiento del PIB registró «una tasa intertrimestral ligeramente negativa, de -0,2%» frente al trimestre anterior, indicó hoy en su boletín mensual el Banco de España.
Si el crecimiento negativo del PIB se repite en el cuarto trimestre del año, la economía española entraría en recesión. De confirmarse esta cifra, sería la primera vez que se experimenta desde el segundo trimestre de 1993.
Este -0,2% se registra después del 0,1% obtenido en el segundo trimestre y del 0,3% del primero, según datos del Instituo Nacional de Estadística (INE).
El crecimiento negativo se produce sólo un año después de que España expermientara un crecimiento interanual tope en los últimos años de 3,7% en 2007.
En el segunto trimestre, esta cifra bajó a 2,7% y en el tercer trimestre descendería a 0,9%, según las cifras provisionales publicadas hoy por el Banco de España.
Esta caída se produce «en un entorno en el que el profundo deterioro que están experimentando los mercados financieros internacionales desde mediados de septiembre ha agravado la situación de incertidumbre», según el banco.
El incremento de la inflación y del desempleo, así como el descenso del consumo son los factores que apunta el Banco de España para explicar el crecimiento negativo de la economía.
La bajada del consumo se explica por «la pérdida de confianza (…) generada por la delicada situación de los mercados financieros internacionales y por el empeoramiento de las perspectivas macroeconómicas».
«La destrucción de empleo y las elevadas tasas de inflación han moderado el ritmo de avance real de la renta bruta disponible de los hogares», alega. A esto hay que añadir el fuerte endeudamiento de las familias españolas y el endurecimiento de las condiciones para conseguir créditos bancarios.
El desempleo, que se situó por debajo de 8% en 2007, subió a 11,33% de la población activa en el tercer trimestre del año, y las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) es que aumente a 14% en 2009.
La pérdida de empleos está afectando principalmente al sector de la construcción, que en la última década creció desmesuradamente en España, con construcción desenfrenada de viviendas a altos precios y jugosos beneficios para las empresas.
En este sector la ocupación bajó un 13% en el tercer trimestre frente al del año pasado, período en que 256.100 personas se quedaron sin trabajo en la construcción.
En cuanto a la inflación, caballo de batalla junto al desempleo de la economía española, pasó de estar alrededor de 2%, cifra recomendada por la Unión Europea (UE), a superar el 5% interanual en julio.
En los últimos meses sin embargo ha bajado –3,6% en octubre– influida por la caída del precio del petróleo, que pasó de los 147 dólares en julio a los 60 actuales.
En cuanto al gasto presupuestario español, los tres años seguidos de superávit, que en 2007 fue de 2,2%, se han volatilizado y el déficit alcanzó en septiembre los 13.576 millones de euros, es decir, el 1,24% del PIB, según datos del ministerio de Economía.