El gobierno español aseguró este martes haber aportado pruebas del origen español del fabuloso tesoro descubierto en 2007 por la empresa cazatesoros estadounidense Odyssey y reclamó una vez más a la compañía su completa restitución.
«España presentó ayer (lunes) ante el tribunal estadounidense de Tampa las pruebas y principios jurídicos» referentes al tesoro que provienen, según Madrid, del pecio de «la fragata de guerra de la Armada español «Nuestra Señora de las Mercedes»».
Este buque, hundido el 5 de octubre de 1804 al sur de Portugal con una importante carga de monedas de oro y plata, es «un patrimonio histórico, además de constituir la tumba de más de 250 marinos y ciudadanos españoles que murieron» en el naufragio del navío, afirmó el ministerio español de Cultura.
Este pecio está protegido por el principio de la «inmunidad soberana» que se aplica a los barcos pertenecientes a Estados así como a sus restos, lo que «prohíbe la perturbación no autorizada o explotación comercial de los mismos».
Odyssey llevó a cabo su búsqueda submarina «en secreto después de haber recibido instrucciones específicas de que estaba prohibida», añade el ministerio.
España reitera su rechazo a las pretensiones de la empresa estadounidense sobre este tesoro y «reclama el retorno a la custodia española de todos los objetos tomados por Odyssey del yacimiento».
La empresa estadounidense volvió a asegurar la semana pasada que no tiene intención de renunciar al tesoro, pero reconoció que otras partes que puedan tener algún derecho sobre él, como el Estado español.
Odyssey había anunciado el 18 de mayo de 2007 el descubrimiento «en aguas internacionales del Atlántico» del mayor tesoro submarino jamás encontrado, compuesto por 500 mil monedas de plata y centenares de objeto de oro.
Sin embargo, Odyssey que atrajo rápidamente las sospechas españolas, repatrió rápida y discretamente el botín a Estados Unidos desde la colonia británica de Gibraltar, en el sur de España, manteniendo en secreto el lugar del hallazgo.
España sospechó desde el principio que Odyssey podía haber encontrado el tesoro en sus aguas territoriales o en un buque español, e inició distintas acciones judiciales, una de ellas ante un tribunal de Tampa en Florida (Estados Unidos), donde tiene su sede Odyssey.