La economía española se contrajo 0,3% en el último trimestre de 2011, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística, con lo que el país ibérico se situó al borde de una nueva recesión.
El dato, aunque esperado, se hizo público apenas tres días después de darse a conocer la abrumadora tasa de desempleo, que cerró 2011 en el 22,85%, con más de 5,2 millones de personas desocupadas.
La contracción rompió siete trimestres consecutivos de crecimiento, aunque muy débil. De hecho, en términos anuales el Producto Interno Bruto español subió 0,7%. Técnicamente, una recesión se produce al registrarse dos trimestres consecutivos de contracción.
En ese sentido, se espera una nueva caída de la economía entre enero y marzo de 2012, lo que sumiría a España en su segunda recesión en apenas tres años.
España comenzó a recuperarse en 2010 de dos años de profunda recesión, agravada por la crisis internacional y el colapso de su sector inmobiliario, pero la recuperación fue más débil de lo esperado.
El desempleo nunca llegó a bajar, el consumo permaneció estancado y la exposición del sector bancario a la burbuja de la construcción cerró el grifo del crédito.
Al mismo tiempo, el país ibérico enfrenta un grave problema de deuda, que le ha obligado a poner en marcha duros ajustes para evitar un rescate financiero, que al mismo tiempo dificultan el repunte de la economía.
De hecho, el nuevo gobierno conservador español subió los impuestos nada más asumir el cargo y la semana pasada anunció una ley que incluye multas para cualquier administración pública que incumpla un obligatorio objetivo de déficit cero a partir del año 2020.
La regla del déficit cero es incluso más dura de la que en principio se marcó la Unión Europa en el nuevo pacto de convergencia fiscal para salvar el euro, que situó la posibilidad de tener un déficit estructural en el entorno del 0,5% del PIB.
España cerró 2011 con un déficit del 8% del PIB, dos puntos más de lo esperado. El país se comprometió con la Unión Europea a rebajar el déficit al 4,4% en 2012, aunque la recesión puede complicar dicho objetivo.