Escuelas e institutos expuestos a la violencia tienen protección mínima


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Viceministro de Gobernación reconoce que “son los lugares en donde efectivamente los jóvenes hacen contacto para involucrarse en actividades ilegales” Mientras comercios, empresas e instituciones oficiales y no gubernamentales se blindan contra la inseguridad contratando custodios privados, sistemas de alarmas y planes operativos, las escuelas e institutos públicos permanecen altamente vulnerables e indefensos ante la criminalidad.

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POR REDACCIÓN LA HORA*
lahora@lahora.com.gt

La precaria infraestructura educativa y la falta de programas de seguridad exponen a niños, niñas y adolescentes a riesgos que pueden tener resultados fatales. ¿Se debe invertir en seguridad de los ciudadanos del futuro o se debe apostar a la prevención y al eficiente funcionamiento de la justicia?

El caso de la escuela San Juan de la Asunción, en Tactic, Alta Verapaz, donde Julio Saquil, de 35 años, degolló el pasado 12 de septiembre a dos niños, de 8 y 13 años, evidenció que la inseguridad traspasa las paredes de las aulas escolares y vulnera a los centros educativos, principalmente del sector público, por la falta de control y vigilancia de parte de las instituciones estatales.

«El señor entró bajo los efectos del alcohol a la escuela primaria en la colonia San Juan del municipio de Tactic en Alta Verapaz donde agredió a los niños con un machete», declaró entonces el ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla.

Realmente Saquil, quien supuestamente se encontraba en un estado alterado de conciencia, no tuvo ninguna complicación para atacar a los menores, pues la escuela rural carece de un muro perimetral y no cuenta con un sistema de vigilancia, como ocurre en la mayoría de casos en todo el país; eso significa que el agresor encontró el camino libre para hacer lo que quisiera en el establecimiento.

En ese caso, la misma ausencia de seguridad en el sector también significó que nadie impidiera que un grupo de vecinos rociara con gasolina y quemara al agresor en el mismo patio de la escuela.

En medio de un clima de creciente inseguridad, la vulnerabilidad de los centros educativos públicos es un problema cada vez más serio en las áreas rurales y urbanas, especialmente las que se ubican en las zonas conocidas “rojas” por la alta incidencia criminal.

En junio de 2011, la Escuela Oficial Urbana Mixta Jerusalén fue atacada con armas de fuego por sujetos que se conducían en un vehículo; las aulas del establecimiento, fabricadas con láminas de zinc, fueron traspasadas por las balas, pero fortuitamente no hirieron a nadie.

Otro suceso de impacto ocurrió en enero pasado, cuando una mujer que atendía una caseta fue asesinada por un hombre que le disparó frente a los estudiantes, en el interior de una escuela en la zona 4 de Escuintla.

Si quedaban dudas sobre la facilidad para ingresar objetos peligrosos a los centros educativos, la semana pasada se disiparon cuando un menor de 16 años resultó herido al recibir un balazo mientras manipulaba un arma de fuego en el interior de un centro educativo, ubicado en zona 8 de Villa Nueva.

PUNTOS CLAVE
Según el viceministro de Gobernación, Julio Rivera Clavería, lo ocurrido en Tactic es un caso aislado y no una generalidad en las escuelas del país, ya que a su criterio, ese crimen se suscitó porque la persona que ingresó al establecimiento educativo pudo haber estado bajo los efectos de licor o de alguna droga y eso se considera un suceso excepcional.

Pero en términos generales “en las escuelas la inseguridad es relativa”, asegura Rivera Clavería, pues advierte que “son los lugares en donde efectivamente los jóvenes hacen contacto para involucrarse en actividades ilegales”.

En esa línea, el funcionario aduce que las escuelas se han convertido en puntos clave para la delincuencia, porque en los últimos tres períodos presidenciales no se controló la expansión de las pandillas, que ahora reclutan a sus integrantes en los centros educativos. La pregunta es, ¿qué se está haciendo para detener la violencia y reducir la vulnerabilidad?

El subcomisario Néstor Diéguez, jefe de la División de Prevención del Delito de la Policía Nacional Civil (PNC), indica que el programa Escuelas Seguras –creado por el gobierno anterior– actualmente brinda apoyo a varios centros educativos que se encuentran en zonas de riesgo.

Diéguez dice que este programa protege a centros educativos de las zonas 1, 2, 3, 5, 6, 7, 18, 19 y 13 de la capital, así como en Mixco, Villa Nueva, Escuintla y Chimaltenango; por el momento se presta seguridad a 75 establecimientos educativos, incluyendo algunos colegios privados que han solicitado su incorporación al sistema de protección.

“Actualmente se tienen asignados a 75 elementos que se encuentran trabajando directamente dentro del programa”, manifiesta el Subcomisario. Los policías realizan patrullajes a las horas de entrada y salida de los establecimientos y efectúan recorridos perimetrales en los horarios de clases.

Diéguez revela que el programa solo cuenta con 22 patrullas que trabajan en coordinación con 27 comisarías, estaciones y subestaciones de la PNC. “Trabajamos en las áreas con 10 o 12 agentes a la hora de entrada y salida, así como en los alrededores de los centros durante el día”, agregó.

El Gobierno no tiene otro plan de seguridad para las escuelas e institutos públicos.

Al respecto se intentó conocer la postura de la ministra Cynthia del Águila, pero el Departamento de Comunicación Social de la cartera no respondió a las llamadas y correos electrónicos enviados por La Hora desde la semana pasada.

ESTRATEGIA LOCAL
Verónica Godoy, directora de la Instancia de Monitoreo y Apoyo a la Seguridad Pública (IMASP), señala que ante la ausencia de control y vigilancia en los centros educativos, éstos se han convertido en lugares ideales para que los grupos delincuenciales coopten a sus nuevos integrantes.

En ese contexto, la experta considera que los niños y jóvenes son víctimas de las bandas que se dedican a delinquir, y no cómplices, como se les ha intentado exponer en otros ámbitos; su condición de inimputabilidad los protege de los castigos severos de la justicia, pero se encuentran en un serio riesgo a manos de criminales expertos y organizados.

Para contrarrestar esa situación, Godoy indica que se deben potenciar los programas de prevención del delito para los menores de edad vulnerables y, además, crear estrategias de seguridad en las escuelas, que involucren a las autoridades, padres de familia, alumnos y maestros.

Para Mario Mérida, analista en seguridad, la ausencia de “construcción de ciudadanía” y participación comunitaria tienen relación directa con el clima de violencia que amenaza a las escuelas. Por eso, expresa que si desde el ámbito local no se trabaja en la identificación de riesgos y amenazas, es difícil que el ente gubernamental tenga éxito en combatir la inseguridad.

Las municipalidades podrían crear la infraestructura para proteger las escuelas, mientras que la Policía local lleve a cabo patrullajes periódicos en las horas de ingreso y salida de los alumnos; el objetivo sería crear una “presencia disuasiva” que en algunos casos requeriría una intervención activa.

Entre tanto, Mario Rodríguez, del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (IPNUSAC), considera que la inseguridad alrededor de las escuelas tiene su origen en las “maras” y el crimen organizado, por lo que se requiere de una respuesta estatal.

En ese sentido, hasta ahora, las autoridades solo dicen que no existe la capacidad para garantizar la seguridad de los estudiantes.

*Con información de Eder Juárez

ENTREVISTA
“Hay que tener mejores controles en las escuelas”

Julio Rivera Clavería, viceministro de Gobernación, explica que es “imposible” designar agentes policiales para la seguridad de las escuelas e institutos públicos, y hace un llamado a los padres de familia para que observen el comportamiento de sus hijos.

POR EDER JUÁREZ
ejuarez@lahora.com.gt
 
¿Por qué no existe una seguridad efectiva en las escuelas?
En las escuelas públicas no se puede colocar seguridad. O sea, no podemos tener dos o tres policías por escuela pública, si lo multiplicamos por dos o por cuatro, o por ocho, que serían los turnos que tendríamos que tener disponibles; no podemos. Es decir, no es un tema de inseguridad que se pueda cubrir queriendo implementar medidas de seguridad, que es un problema más de familia por la pérdida de valores que ha habido en la sociedad. Ese es el gran problema de fondo, la pérdida de valores que se ha producido en la sociedad, porque la verdad los niños y los jóvenes no tienen, en muchos de los casos, control de parte de sus padres, y la verdad eso es vital para que efectivamente los maestros puedan cumplir con la otra parte de la enseñanza. La educación empieza en el hogar y si en el hogar no existe eso, (se incrementan) las posibilidades de que los niños o que los jóvenes cometan actos ilegales contra las leyes.

¿Cree que las escuelas son vulnerables y puntos atractivos para la delincuencia?
Las escuelas sí son puntos donde hay que tener mejores controles, porque efectivamente los niveles de criminalidad entre la juventud son altos; los jóvenes participan en actividades ilegales y se ha convertido en toda una forma de vida.

¿Qué es lo que realiza el Ministerio para prevenir los hechos delincuenciales en las escuelas?
El Ministerio de Gobernación, a través de la Policía Nacional Civil, puede hacer algún tipo de trabajo de prevención a lo interno de las escuelas, pero nosotros no podemos estar dedicándonos a estar investigando niños. Creo que es parte del trabajo que también tiene que hacerse en las familias, y tener mucho más control de sus propios hijos. Esa es una realidad. Entonces, creo que es parte de lo que en el futuro tendrá que irse dando: Un tipo de solución distinta, porque los jóvenes están participando, desgraciadamente, por ejemplo, en el tema de las maras con mucha más libertad que lo hacían antes.

¿Cuáles son los planes de seguridad que tiene el Ministerio de Gobernación para las escuelas?
Escuelas Seguras, solamente. Hay patrullajes y hay policías que están constantemente revisando que no se acerque gente indeseable, o que tengan participación en actividades criminales, pero eso es en algunas escuelas que están en áreas rojas. No es para todas las escuelas del país; no se pueden cubrir todas las escuelas del país. Es imposible, porque son 27 mil escuelas y se tiene 25 mil policías. Es imposible, pues en ningún lado del mundo se le puede brindar seguridad, por parte de la Policía, a todas las escuelas de los países. Es imposible.

“Hay patrullajes y policías que están constantemente revisando que no se acerque gente indeseable, o que tengan participación en actividades criminales, pero eso es en algunas escuelas que están en áreas rojas”.
Julio Rivera Clavería
Viceministro de Gobernación