Escuela de teologí­a Monseñor Gerardi


Con el nombre del obispo mártir, el 23 de junio próximo pasado abrió sus aulas la Escuela de formación teológico-pastoral para laicas y laicos. Funciona en nuevas instalaciones de la parroquia Las Victorias, 20 avenida 1-95, zona 1. Antes tuvo sede en el Seminario Mayor de la Asunción y la Casa Central, por espacio de 11 ó 12 años.

Juan de Dios Rojas
jddrojas@yahoo.com

Fruto del Concilio Vaticano II, a propósito dice el salmista: «Las obras de Dios son maravillosas» y añadimos su instrumento los seres humanos. Busca la participación de laicas y laicos en lí­nea horizontal de integración, hombro con hombro, no así­ en la forma piramidal de la iglesia, tiempo atrás.

El motor que mueve dicha institución es el padre Jesús Rodrí­guez ílvarez, párroco del templo en mención, oriundo de España, leonés para más señas. De reconocida misión evangelizadora, rebasa unas tres décadas en Guatemala como pastor entregado a su ministerio en Petén, San Marcos y esta capital.

Mediante cuota mí­nima la escuela incluye un acercamiento bí­blico, de la historia, como del pensamiento de Jesús; papel del laicado, estudio de la liturgia y los sacramentos. Además el pensamiento de la iglesia a la luz de los grandes desafí­os que dí­a a dí­a lanza la sociedad agobiada de problemas.

Hacen reflexiones conjuntas, comparten experiencias obtenidas. Buscan adquirir insumos a tí­tulo de instrumentos de trabajo, para ser agentes de pastoral. También apoyar las diversas iniciativas al servicio de Dios, enviadas por otras instancias para devolver a la humanidad su verdadero rostro

En jornada sabatina, adoptó la escuela de formación teológica-pastoral la modalidad alterna, sobre la base de intereses y necesidades del alumnado. Personas ansiosas de asimilar conocimientos que posibilitarán un mejor y mayor acercamiento al pensamiento de Jesús, y la iglesia contemporánea.

Integran grupos entusiastas de gente de la propia ciudad capital, de algunos departamentos y poblados cercanos, dispuestos a conseguir su crecimiento en ese sentido. La escuela reúne los requerimientos del caso, con instalaciones modernas y por demás funcionales en un ambiente tranquilo.

El marco principal de la iglesia guatemalteca hace esfuerzos y fin de atender lo religioso, moral y de servicio social, sin embargo, registra condiciones deficitarias. Está urgida de llenar esos vací­os de sacerdotes y religiosos a la mayor brevedad. La escuela se propone ser una alternativa.