El anuncio del gobierno uruguayo de que intervendrá directamente en el mercado de cambios para elevar la cotización del dólar fue recibido con escepticismo por analistas y considerado insuficiente por los exportadores.
Para el economista Jorge Caumont, «es más de lo mismo».
«Hasta ahora lo único que han hecho es comprar», dijo Caumont a la AFP. «Los dólares sobran porque la combinación de las políticas económicas da para que sobren», afirmó.
«Las tasas de interés son muy atractivas para venir y cambiarse a pesos, la política fiscal tiene déficit, se financia con préstamos de organismos internacionales, ese dinero llega y hay que cambiarlo a pesos. También hay inversión extranjera directa que aprovecha la tasa de interés local», explicó el economista. «Todo eso llena el mercado de dólares. El gobierno debería bajar la tasa de interés a cero y no gastar tanto» si quiere contribuir a la suba del precio del dólar.
Según Caumont, «estos casos provocan un deterioro de la competitividad progresivo y paulatino que al final termina mal».
El lunes el ministro de Economía Fernando Lorenzo explicó que la intervención del gobierno se sumará a la que realiza habitualmente el Banco Central (BCU), que en lo que va del año ha intervenido en la plaza por casi 700 millones de dólares y suma 2.000 millones de dólares si se incluye el año 2009, cuando el peso uruguayo registró la mayor valorización de las últimas tres décadas (24,06%).
Aunque Lorenzo confió en que habrá «repercusiones rápidas y duraderas» en el tipo de cambio, para el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte, solo se está cambiando al comprador de dólares, por lo que la medida «no tendrá un efecto sustantivo y persistente» en el mercado cambiario.
«En la medida que el marco internacional no cambie, la moneda estará apreciada», dijo Rosselli al diario El Observador, opinando que el gobierno debería hacer un esfuerzo para lograr un ahorro primario que permita comprar dólares, sin tener que emitir para incidir en el mercado.
En tanto, Pablo Moya, de la consultora Oikos, indicó que el anuncio busca «influir en las expectativas» pero «se ha visto en el pasado que los efectos son coyunturales».
Moya dijo al diario El País que no prevé «cambios abruptos en el valor del dólar».
El viernes pasado el presidente José Mujica enfatizó que el gobierno luchará «por mantener la competitividad fuera de la región todo lo que se pueda».
La Unión de Exportadores del Uruguay (UEU) considera no obstante que son necesarias más medidas.
«El tipo de cambio es uno de los factores que afectan la competitividad, necesitamos otro tipo de medidas complementarias», dijo a la AFP el presidente de la UEU, Alejandro Bzurovski. El aumento del dólar «solo nos nivela respecto de otros mercados», añadió.
Los exportadores reclaman -entre otras medidas- un aumento de la devolución de impuestos y una reducción de tarifas para el sector.
En 2009 -cuando el peso uruguayo registró la mayor valorización de las últimas tres décadas (24,06%)- las ventas al exterior cayeron 9%, tras un año 2008 récord en el que se exportaron bienes por 6 millones de dólares.
La tendencia se ha revertido en lo que va del año, periodo en el cual las exportaciones aumentaron 27%, y el sector confía en que en 2010 se supere el récord de 2008.
No obstante, según Bzurovski, hay «luces amarillas». «Nosotros veíamos que si se seguía deteriorando la actividad estos números podrían decaer para 2011», explicó. «Esperamos que si hay correcciones podamos seguir aumentando las exportaciones».
El martes, la moneda local se depreció 1,6%, acumulando una caída de 3,01% en los primeros dos días de la semana, tras el anuncio del gobierno. Al cerrar en 20,024 pesos, el dólar se situó en su nivel más alto desde el 1º de diciembre de 2009.