«Por favor, ayúdeme, mi hija, no la encuentro», implora Mamoni Baghi a un socorrista cerca de uno de los vagones destrozados del tren en el que esta madre de familia dormía tranquilamente poco antes de que descarrilara en el este de India.
Al igual que Mamoni Bagh, decenas de pasajeros buscaban desesperadamente a sus familiares atrapados entre los restos de un tren que según las autoridades han hecho descarrilar unos rebeldes maoístas, en el alejado distrito de Bengala occidental (este de India).
El drama, que ha dejado al menos 71 muertos y 120 heridos, se ha producido el viernes hacia las 01H30 locales (20H00 GMT del jueves). Tras haber descarrilado, el tren con destino a Bombay se estrelló contra un tren de carga.
«Me han sacado (del tren) pero nadie ha logrado encontrar a mi hija. Hace horas que estoy gritando para que alguien la encuentre», explica esta mujer de 30 años que viajaba con su marido y su hija de ocho años, Nargis.
Cuando el tren descarriló, los pasajeros salieron disparados contra las paredes y por las ventanas de los vagones, algunos de los cuales resultaron totalmente aplastados por el tren de mercancía que llegó de frente.
El marido de Momoni, Sheikh Nazrul, también fue extraído del tren y evacuado en helicóptero, gravemente herido.
Ahmed Ali Gazi, de 20 años, se encontraba cerca de la puerta de su vagón y salió disparado contra las vías.
«He visto que el vagón se volcó y he tratado de volver al tren para encontrar a mis dos hijos y mi hermanastro pero era imposible», lamenta el joven con los ojos llorosos.
«Estos vagones están completamente aplastados y es muy difícil encontrar el más mínimo espacio para lograr entrar», dice Tardun Sinha, miembro de Defensa Civil que ayuda a la coordinación de las tareas de rescate.
Algunos integrantes de los equipos de rescate trataban de cortar el armazón del tren para abrirse camino y atender a los pasajeros atrozmente mutilados atrapados en la masa de acero retorcido.
«Algunos de ellos están tan atrapados que lo mejor que podamos hacer de momento es darles cuidados de primeros auxilios ahí donde se encuentran», subrayó Sinha.
Los cuerpos de quienes no pudieron ser salvados yacían en las vías donde se acercaban los sobreviviente en búsqueda de sus familiares.
Uno de ellos, Vinayak Sadna, estaba durmiendo cuando su vagón empezó a tambalearse violentamente antes de volcar.
«Me he encontrado atrapado entre dos asientos con una barra de hierro que me aplastaba la mano. Me he quedado así durante tres horas antes de ser evacuado. No han encontrado a mi mujer».
Más de 80 personas han sido hospitalizadas a unos 35 km de ahí pero, ante la afluencia de heridos, el personal médico poco acostumbrado a las situaciones de emergencia se declaraba desbordado.
En medio del caos, el personal lanzaba llamamientos a las donaciones de sangre.
El portavoz de un grupo apoyado por la rebelión maoísta india desmintió toda responsabilidad en el descarrilamiento de un tren hoy en el este del país que dejó al menos 71 muertos, indica la agencia Press Trust of India (PTI).
Esta agencia anunció anteriormente que un representante del grupo que se reclamaba del «comité popular contra las atrocidades policiales» había reivindicado el sabotaje de un tren de gran velocidad que hacía el trayecto Calcuta-Bombay, en una llamada telefónica recibida por PTI en Calcuta.
«No estamos implicados para nada. No se trata de una acción nuestra», declaró el portavoz del grupo, Asit Mahato, citado por PTI.
Al menos 71 personas murieron y por lo menos 120 más sufrieron heridas en el accidente que se produjo aproximadamente a las 01H30 (08H00 GMT) en el distrito de Midnapore Occidental, un bastión maoísta que se encuentra a unos 135 km al oeste de Calcuta, la capital de Bengala Occidental.
El ferrocarril, lleno de pasajeros dormidos, descarriló y se estrelló contra un tren de carga.