Escenas de horror


Sobreviviente. Una mujer cuenta las escenas que vio dentro del Expreso.

Los sobrevivientes del atentado perpetrado el domingo en la noche contra el «Tren de la Amistad» dijeron hoy que una bola de fuego calcinó a dos vagones del tren que hací­a el recorrido entre India y Pakistán, carbonizando a docenas de pasajeros.


Kamaruddin, de 60 años, procedente de Multan (Pakistán), afirmó que el caos se extendió rápidamente en el tren al estallar un coctel mortal de keroseno y explosivos.

«Yo estaba sentado hacia el fondo de uno de los dos vagones cuando escuché un estallido ensordecedor a pocos metros de distancia», dijo Kamaruddin, que utiliza un solo nombre.

«El lugar estaba lleno de humo y escuché a muchas personas pidiendo socorro a gritos, pero no podí­a moverme», añadió.

Fue llevado inconsciente a Deewana y despertó en un hospital cercano, en Panipat.

Numerosos supervivientes heridos que se encontraban en dicho nosocomio, así­ como sus aterrorizados parientes, trataban de comprender cómo se produjo el atentado.

«Hubo un gran fuego y vi elevarse nubes de humo», dijo Usman Ali, que llegó de Lahore, a poca distancia de la frontera con Pakistán.

«Cuando salí­ del vagón, vi que las puertas de un (vagón) estaban cerradas y que la gente no podí­a escapar», declaró a la AFP.

Un hombre que se identificó únicamente como Anwar indicó que cuatro de sus parientes paquistaní­es de una familia de seis personas, incluyendo a dos niños, se encontraban entre los 66 muertos.

Anwar afirmó que tení­a esperanzas de que dos niños de esta familia hubieran sobrevivido, pero no pudo entrar al Hospital Civil Fim Sensachar de Panipat para verificarlo.

«Los médicos no me dejan entrar. Los doctores dicen que primero tienen que terminar las autopsias», explicó.

Su familia habí­a visitado a Anwar en India y viajaba de regreso a su hogar en este tren, que hace el recorrido de Nueva Delhi a Lahore dos veces por semana.

Un médico dijo que las verificaciones podrí­an tomar algún tiempo debido a la magnitud del incendio que quemó dos vagones del tren.

«Es muy difí­cil decir quiénes eran las ví­ctimas», afirmó el Dr. Ved Gupta, jefe del departamento de autopsias del hospital de Panipat.

«Muchos de los cadáveres estaban tan carbonizados que era imposible reconocerlos. (…) Es difí­cil decir quién es quién, o si se trata de indios o de paquistaní­es», sostuvo.

Fuera del hospital, unos 12 féretros de madera estaban alineados junto al muro del tanatorio mientras los camiones llevaban hielo para otros cadáveres que habí­an sido colocados en bolsas.

Sayed Ahmed, de 64 años, que vive en una pequeña aldea de Uttar Pradesh (estado del norte de India), afirmó que familiares suyos procedentes de Pakistán viajaban en ese tren, pero que no pudo identificar los restos calcinados.

«Todos están en bolsas para cadáveres. No pude reconocer a nadie», explicó.

Unos 12 heridos fueron trasladados al sur de Nueva Delhi, la capital de India, desde dicho hospital. Otros supervivientes fueron distribuidos en las instalaciones de esta institución.

El ministro de Ferrocarriles de India, Lalu Prasad Yadav, dijo a los periodistas que las explosiones eran producto de un sabotaje con la intención de «desestabilizar la paz entre India y Pakistán».