Los guatemaltecos somos especiales para olvidar las cosas, pareciera que todos padecemos de amnesia, con mucha facilidad olvidamos. En el ámbito nacional están apareciendo dinosaurios políticos, queriendo nuevamente amasar fortuna, pese a cualquier circunstancia y a cualquier costo, porque saben que lo que están persiguiendo los hará millonarios. Aparecen como arte de magia, como brote de un tumor canceroso que no se ha podido extirpar por completo, me refiero a políticos que dejaron un mal sabor en el ambiente nacional, ahora nuevamente quieren disfrutar de las mieles de poder para enriquecerse a costillas de guatemaltecos ingenuos que votan por ellos, da la impresión que sus arcas ya están vacías y que las quieren llenar otra vez.
Me llama poderosamente la atención el aparecimiento en la palestra política, del mal recordado y depurado diputado del gobierno nefasto de Jorge Serrano Elías, Obdulio Chinchilla Vega, quien sobrevivió a dos atentados contra su vida, calificado como uno de los diputados más corruptos de ese gobierno, que en contubernio con los gobiernos de turno (porque ha estado más de tres períodos como diputado), masacraron vidas humanas y al Erario nacional. Escurridizo de la justicia y exiliado en países vecinos, desapareció de la vida nacional, contemplando desde lejos, cual cobarde, el desenlace de muchos acontecimientos que provocaron políticos mal logrados como él, que nos heredaron una patria a punto de colapsar o si no es que ya estamos en el colapso total.
Ahora vuelve como angelito de primera comunión, regalando Biblias, escapularios, rosarios y dice ser devoto del Cristo de Esquipulas, (qué cinismo) algunos dicen que hasta se volvió evangélico cuando estuvo exiliado en Costa Rica. Como si esto fuera poco, regala pelotas de fútbol, celulares, trofeos, construye canchas deportivas, ayuda a gente pobre proporcionándoles servicios mínimos, con el propósito de ganarse el voto de los chiquimultecos que padecen de amnesia, para llegar una vez más al Congreso y como dice un matutino que circula a nivel nacional, que está persiguiendo ser diputado nuevamente «de donde ya fue depurado y sacado a fuerza de balazos».
Creo que es necesario que leamos un poco la historia política nacional para que no cometamos los mismos errores que cometemos cada cuatro años, para que tengamos fresca la memoria histórica y que con nuestro voto, no le demos más cabida a personas mediocres y corruptas en puestos de elección popular. Pareciera que con las primeras lluvias de mayo están apareciendo los primeros brotes de las malas yerbas que tanto daño le han hecho a Guatemala, están surgiendo candidatos presidenciables, candidatos a diputados y alcaldes, que nos quieren dar atole con el dedo con apariencia de inocentes ovejitas, pero que por muchos años han sido lobos rapaces. Como ciudadanos con buena memoria histórica e inteligentes, jamás votaríamos por ellos.