«Sólo le pido a Dios, que el engaño no me sea indiferente. Si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente.» León Gieco.
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Un estudio publicado en un matutino del país y promovido por Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), refleja alarmantes (pero no inauditas) cifras sobre la opinión de la juventud respecto a la política nacional.
Aunque es triste, ya casi no es de extrañarse que el 56 por ciento de los encuestados (entre 13 y 17 años), respondiera con un rotundo «NO» al preguntarles sobre su interés en la política.
¿Por qué no nos impresiona?, porque la educación del país está estructurada para ello, para que a nadie le interese esa temática y así los mismos grupos de poder continúen ejerciendo la política sin ningún tipo de competencia. Sin ahondar en el tema, las condiciones en las que se imparte la educación pública son excesivamente deplorables y la educación privada (a la cual las mayorías no tienen acceso) no aborda esta materia.
Otro dato interesante es referido a la violencia. El 55 por ciento de los entrevistados respondió que la violencia se aprende en la calle, y el 65 por ciento dijo estar acostumbrado a la violencia, el 71 por ciento aseguró no sentir miedo a ser víctima de asaltos u otros actos violentos en la calle.
Lo aún más amargo es que otro 65 por ciento de los adolescentes encuestados dijo estar de acuerdo con que maten a los mareros.
Lo anterior no es para los candidatos a la presidencia de la república un tema que merezca un profundo análisis, pues como recordaremos muchos de ellos emitieron su opinión sobre el tema de seguridad en el foro promovido por la Cámara de Comercio y la Gremial de Compañías de Seguridad Privada. Muchos de los presidenciables coincidieron en que «sacar al Ejército a las calles controlaría la violencia que azota al país». Analistas en ese tema se mostraron alarmados con las respuestas de los candidatos.
El presidenciable del Frente Republicano Guatemalteco (FRG), Luis Rabbé, piensa poner un soldado en cada bus y en escuelas. Pero, ¿no cree una pugna entre soldados y delincuentes en un bus podría ser una masacre?, «todo tiene un riesgo», respondió.
El académico Eduardo Suger del Centro de Acción Social (CASA) propuso decretar que elementos de seguridad privada puedan realizar capturas ya que son «una fuerza paralela importante».
El analista Sandino Asturias se ha referido en repetidas ocasiones a la tendencia del gobierno de «reprimir» en lugar de «prevenir».
Ya es tiempo que la juventud salga de donde esté y deje de ser «sombras del asfalto». De exigir un estado de igualdad de derechos para todos, un estado que garantice la seguridad y la educación sin represión.