Es pecado atentar contra uno mismo. Es un campeón del fracaso el que lo es consigo. Cada pecado significa una maldición. La mala fe se paga muy grandemente. Dios tarda pero jamás olvida. Mentir es pecado. No hay nada más hermoso que aquel que se cree fracasado, surge como un héroe. No hay nada más lamentado que aquel que se abandona y se hunde en el tremedal que se fabricó. La fe, es, pues, el vehículo de la salvación; el que no tiene fe en Dios, se abandona a la deriva, sin futuro alguno, pues es capaz de hurtarse la última de sus esperanzas. Dios sabrá por qué tiene a ranas y sapos debajo de las piedras.
Eduardo Alfonso Luna Estrada / A-1-309873
La fe límpida en el Dios Trino es la salvación, no sea usted un negativo, no sea un fracasado más, ante los hechos negligentes que nadie lo humille y ponga en vergí¼enzas, si descubren que es un mentiroso y engañador más. Sea usted un ejemplo a la buena y jamás a la mala. Reconozco que soy tan ignorante, que me considero una cáscara de nuez flotando en medio del océano.
Razón: Hay pecadores que Dios jamás perdonará. De los arrepentidos es el Reino de los Cielos. En muchos casos el arrepentimiento es tardío para rectificar. Fuera de Dios, don perfecto y doña perfecta no existen. Los días son gaviotas blancas que persiguen gaviotas negras por las noches, así se pasa la vida. En la vida no pueden escoger dos sendas a la vez, una es la definitiva, para bien, o para mal, la humanidad es coja. Cuando a uno le mienten o engañan, de fondo, el engañado es el otro y el decepcionado es uno que es peor.