Es la tormenta, estúpido…


La frase «es la economí­a, estúpido», fue la clave en el primer triunfo de Bill Clinton para ganar la presidencia de Estados Unidos y hoy la tomamos prestada para parafrasearla porque aquí­ las autoridades se quedaron trabadas con el tema del volcán Pacaya, grave y delicado ciertamente, pero no le han puesto atención a la tormenta Agatha que se dirige hacia el territorio nacional y directamente sobre la región del altiplano donde vive la población más vulnerable.


No hace falta ser cientí­fico para entrar a la página del clima en Estados Unidos y leer que se ha formado ya la tormenta tropical Agatha y que con movimiento este-noreste, se dirige justamente hacia Guatemala. No está avanzando hacia el noroeste, como ocurre generalmente con las tormentas del Pací­fico, sino que su dirección apunta directamente a nuestras costas, a las que el centro de la tormenta llegará mañana en la mañana con vientos entre 60 y 65 millas por hora. Lo más grave es que se trata de una tormenta de lento desplazamiento. La información dice, literalmente, que «Deadly flash-flooding and mudslides are likely», es decir, que inundaciones y deslaves mortales son muy probables.

Pero en Guatemala tanto Conred como el gobierno están trabados con el volcán y no le pusieron atención a esta situación que puede tener efectos devastadores. Desde ayer, si hubieran tenido dos dedos de frente, debieron iniciar la evacuación de los lugares de alto riesgo por deslaves e inundaciones, pero como se entretuvieron con el Pacaya y allí­ fueron desde el Presidente hasta el último de los coordinadores, no les dio tiempo para mantener el foco de atención en la tormenta. Por eso más que nunca cae como anillo al dedo parafrasear a James Carville, creador de la célebre expresión.

Ayer ya en La Hora habí­amos advertido del riesgo de las lluvias, y eso cuando la tormenta tení­a un desplazamiento más o menos lógico hacia el noroeste. Hoy las condiciones han cambiado dramáticamente y a las siete de la mañana un boletí­n de Conred dice que están monitoreando la situación y recomiendan estar atentos a los medios de comunicación por futuras recomendaciones.

Cuba es un ejemplo de cómo se manejan estas situaciones y casi nunca hay muertos ni siquiera frente a poderosos huracanes porque la prevención funciona. Aquí­ son las diez de la mañana cuando escribimos esta nota y no hay un boletí­n de Conred advirtiendo que el fenómeno se dirige al paí­s y que descargará hasta 30 pulgadas de lluvia, es decir poco menos de un metro, según las estimaciones de los expertos en Estados Unidos. A ver si no vuelve a ser que en Guatemala, nos conformamos con que tras el trueno decimos: Jesús.