La alerta la despertó una llamada proveniente de un diario de Suiza, la semana pasada, pidió información sobre la muerte de un ciudadano de ese paí­s en tierras guatemaltecas. El periodista emisor de la comunicación pedí­a información sobre este asesinato. La única información que habí­a en Internet era la publicada por www.obituario.net, por lo que pidió, si fuera posible, que se diera la noticia de lo que habrí­a sido publicado por los diarios nacionales.

Sin embargo, este asesinato pasó inadvertido por la prensa nacional; y, al preguntar a las instancias oficiales, como la Policí­a Nacional Civil (PNC) y el Ministerio Público (MP), los datos aún no llegaban. Pronto, no sólo fue un diario suizo el interesado, sino que fueron dos, tres y hasta cinco llamadas, que debieron conformarse con las declaraciones de los periodistas de Diario La Hora, que decian: «aquí­ no se sabe nada».

Gracias a los periódicos suizos, se sabe que Marc Roger Ragnon Elsasser tení­a doble nacionalidad (suizo guatemalteco), y tení­a 17 años de edad. Al parecer, recién habí­a llegado al paí­s. Mientras estaba en la aldea San Mateo, de Santa Lucí­a Milpas Altas de Sacatepéquez, el 27 de noviembre, por la tarde, fue raptado.

La familia Ragnon Elsasser recibió una llamada avisando sobre el secuestro, y pidió una onerosa cantidad en billetes para que el adolescente fuera liberado. Debido al temor que la familia tení­a no dio aviso a las autoridades, y se limitó, simplemente, a pagar. Dos dí­as después, el 29 de noviembre, el cuerpo sin vida de Marc aparecí­a tirado a la orilla de una carretera, atado de pies y manos, y con señales de que habí­a sido torturado. La muerte fue causada por arma de fuego.

Dos dí­as más tarde, la familia otorgaba el último adiós a su hijo en una conocida empresa de servicios funerarios, cuya información en Internet es lo único que realmente se sabe con certeza. La familia decidió no intentar nada más; simplemente enterrarlo.

Los periodistas suizos al saberlo, quisieron investigar, pero se toparon de que el caso estaba hundido en el más cruel de los silencios. Se debieron conformar al preguntar, con un parsimonioso idioma castellano, a los reporteros de Diario La Hora: «Â¿Es esto normal en su paí­s? Es decir, ¿es común que se asesine a los secuestrados, a pesar de que ya se pagó el rescate?»; lamentablemente, los periodistas de este vespertino debieron responder: «Sí­».

Primeros indicios

Ví­ctor Manuel Ruiz, jefe de la Dirección de Investigación Criminologica (DINC), añadió que a pesar de que la familia pagó el rescate de 200 mil quetzales, el joven fue ejecutado, y que éste fue un hecho lamentable debido a que la familia nunca dio aviso de lo sucedido.

Después de dos dí­as, los secuestradores aceptaron Q200 mil que recibieron en una pasarela de Ciudad San Cristóbal. Ese dí­a, en el kilómetro 32.5 de la carretera a Sacatepéquez, aparecieron dos cadáveres. Uno de ellos era el de Roger Theodore. A 700 metros se encontró el cuerpo de un ex trabajador de la familia.

Fue hace pocos dí­as cuando se solicitó al Ministerio de Gobernación indagar sobre los responsables y se inició la investigación, de la cual se conoce muy poco, pues este caso ya fue transferido a el MP, agregó Ruiz.

Investigadores

La sección contra el Crimen Organizado del Ministerio Público (MP), quedó a cargo de las investigaciones.

Jorge Luis Donado, jefe de la citada fiscalí­a, informó que en el caso de ese crimen, «no hubo denuncia de secuestro, se tiene conocimiento hasta que la persona es encontrada fallecida».

Donado expuso que la falta de denuncia complica el trabajo de investigación ya que es preciso tener conocimiento desde el inicio para activiar las fuentes de información sin poner en riego a la victima.

El fiscal a cargo adujo no poder dar información por la etapa en la que se encuentra la investigación, la cual podrí­a ponerse en riesgo, no obstante, indicó que actualmente la fiscalí­a está recopilando datos sobre cómo y en donde se dio el hecho para tratar de dar con las personas responsables. «El caso está completamente documentado», reiteró.

El cuerpo Ragnon Elsasser fue hallado en la carretera hacia la capital de la aldea San Mateo, Santa Lucí­a Milpas Altas, Sacatepéquez, Donado indicó que el MP tiene antecedentes del sector sobre crí­menes similares cometidos tiempo atrás.

Y, nada…

Julio Otzoy, jefe de la Unidad Contra Secuestros del MP, informó que dicha fiscalí­a no tuvo información sobre dicho secuestro. «No sé si se manejó con mucho hermetismo, pero no nos iformaron», subrayó.

El investigador explicó que «la unidad contra secuestros no actúa materialmente en esos casos, sino que le ordena al comando antisecuestros de la PNC, quienes dan seguimiento desde la negociación hasta la liberación, aún cuando está en investigacion».

Otzoy explicó que existen dos ví­as para tratar un caso de secuestro, las cuales convergen en una sola: «las personas que acuden a cualquier subestación de la PNC a presentar la denuncia, de ahí­, se traslada la información al comando anti secuestros. La segunda ví­a es que acudan directamente al MP y lo que nosotros hacemos es trasladar la información al comando antisecuestros».

Preocupación

Eleonora Muralles, de la agrupación Familiares y Amigos contra la Delincuencia y el Secuestro, expresó: «Tenemos información de que en octubre hubo un repunte de casos, en su mayorí­a secuestros de señoritas».

Aí‘ADIí“: «NOS PREOCUPA, Y CREEMOS QUE LA POLICíA DEBE ACTUAR RíPIDA Y EFICAZMENTE, PARA EVITAR QUE ESAS BANDAS SE FORTALEZCAN Y ACTíšEN COMO LO HACíAN EN Aí‘OS PASADOS».

Casos

EL FISCAL CONTRA SECUESTROS INFORMí“, ADEMíS, QUE NO SE TIENEN ESTADíSTICAS DE CASOS, DEBIDO A LAS RAZONES ANTES DESCRITAS, «EN TODO SECUESTRO HAY UNA NEGOCIACIí“N EN LA QUE EL MP NO TIENE COMPETENCIA MATERIAL», REITERí“.

OTZOY LLAMí“ ADEMíS A QUE LA GENTE INFORME PARA QUE SE LE PUEDA DAR APOYO, YA QUE SI PERMANECE EN EL ANONIMATO ESTARí FUERA DEL CONTROL DEL MP.

En aumento

La unidad contra secuestro posee datos, no especí­ficos, sobre el aumento de casos de secuestros en este año en comparación al año pasado.

Lo anterior se debe, según Otzoy, al manejo del rumor del año electoral. «La gente toma esa idea y se incumbe: como alguien dijo que era año electoral, lo hicieron», finalizó.