jddrojas@yahoo.com
Comprendo que errar es de humanos, como lo asienta el aforismo latino de «errarum humanum est». De consiguiente, nadie está libre de cometerlos, sin embargo, algunos son garrafales, dentro del diario acontecer y relaciones interpersonales, o bien interinstitucionales.
Tarea obligada conviene entonces hacer los mejores esfuerzos que deben encaminarse a evitarlos a toda costa, como parte del lenguaje oral y los medios. En el campo publicitario nos encontramos a menudo comerciales televisivos que contienen errores, menciono a modo de muestra selectiva el Guatemala de la Tierra, del INGUAT.
En una secuencia de fuentes merecedoras de divulgación y el consiguiente interés geográfico e histórico, se cometió el error de nombrar la fuente colocada en la plazuela España como Fuente Carlos V, en vez de Carlos III, que inicialmente ocupó sitio en la antigua Plaza de Armas, hoy de la Constitución.
Pero los errores persisten en los restantes medios: escritos, radiales y coloquiales, con similar frecuencia. Lamentamos de verdad que continúe el desconocimiento de datos a estas alturas, cuando la comunicación exige avances tecnológicos, tocante a nuestra identidad.
De esa cuenta, no hay día de Dios que nos demos a la tarea de observar hasta garrafales a cada momento. Basta citar por ejemplo el equívoco de designar departamento de Cobán, cuya ciudad es cabecera de Alta Verapaz. También llamar departamento de Mazatenango, que figura como cabecera del departamento de Suchitepéquez.
La lista es numerosa y variada, y nos preguntamos si será el otro yo de las personas que andan más perdidos que el hijo de la Llorona. No encontramos justificación válida, por cuanto obligación viene a representar el hecho de demostrar el conocimiento patrio.
A propósito, de existir fuente Carlos V, estaría a no dudar en la propia Ciudad Imperial que el monarca español, mediante real cédula concedió a la ciudad de Cobán, reitero, cabecera del departamento norteño de Alta Verapaz, adonde se decía antes, llovía 13 meses al año.