Ernesto López, embajador argentino en Guatemala, explicó a Diario La Hora, que su país nunca cesó de reclamar la soberanía sobre las Islas Malvinas, en un tema que cobra nuevo interés por el 30 aniversario de la guerra por ese archipiélago.

El embajador López resaltó que Argentina jamás ha dejado de reclamar por las Malvinas. De acuerdo con el diplomático, los argumentos del país sudamericano se fundamentan en tratados históricos. Básicamente, desde tiempos de la Colonia, el archipiélago se consideraba territorio del Virreinato de la Plata, actual territorio de Argentina y Uruguay.

En tiempos coloniales, relata López, ya había roces entre España y el Reino Unido, aunque también hubo acuerdos de explotación. Sin embargo, la administración perteneció siempre al Virreinato. Tras la independencia de Argentina, hubo un pequeño lapso en que las islas carecieron de autoridades, ya que éstas, nombradas por España, habían salido hacia Uruguay. Sin embargo, rápidamente, en 1820, la recién formada República de Argentina se hizo cargo de la administración, considerando que con la emancipación asumían el control de todo el antiguo territorio colonial.

Trece años después de la administración independiente de Argentina, en 1833, una fragata británica llega a las Malvinas para intentar reclamar la soberanía británica sobre el territorio. “Desde entonces, el reclamo de la soberanía ha sido constante”, señala el Embajador Argentino.

Hoy día, las Malvinas pertenecen a uno de los 16 territorios en la lista de la ONU de territorios no autónomos bajo supervisión del Comité de Descolonización, con el fin de eliminar el colonialismo, por lo que la situación de las islas es examinada anualmente por el Comité de Descolonización desde 1965. Mientras tanto, la administración continúa a cargo del Reino Unido, pero ni éste ni Argentina reconocen aún la soberanía uno del otro.

UNA LAMENTABLE GUERRA
El tema de las Malvinas se ha reactivado en estos días con el recuerdo de la Guerra, que se desató el 2 de abril de 1982, hace exactamente tres décadas. De acuerdo con el Embajador de Argentina, este enfrentamiento fue totalmente innecesario. “Si hubiera habido Congreso, o si se hubiera consultado al pueblo, seguramente no se habría permitido la guerra”, recuerda López.

Según el diplomático, las motivaciones para la Guerra de las Malvinas fueron políticas. De acuerdo con su análisis, la dictadura militar argentina, se encontraba en decadencia por las acusaciones de violaciones de derechos humanos. Con el inicio de las hostilidades en las Malvinas, buscaban perpetuarse en el poder. Por el lado británico, el gobierno de Margaret Tatcher también estaba en declive, por lo que una guerra también le serviría para mejorar su imagen interna.

Había una caída de los indicadores económicos en el Reino Unido, y con la mejoría de la imagen, los Conservadores británicos lograron ganar de nuevo las elecciones.

La Guerra de las Malvinas supuso una derrota para Argentina. López recuerda esos tiempos y señala que “ciertamente hubo una guerra”, al indicar que el momento histórico fue muy difícil. El intento del Gobierno militar se frustró, y ello sirvió también para el retorno a la democracia.

Los gobiernos civiles de Raúl Alfonsín y después de Carlos Menem, coincidieron en cambiar la estrategia para el reclamo por las Malvinas. “No es que se dejó de reclamar por la soberanía, sino que se puso bajo un paraguas”, explicó el Embajador argentino.

La estrategia consistía en dejar de enfocarse en temas aledaños, como la explotación de recursos naturales, para ir avanzando en acuerdos. De esa forma, se esperaba que se llegara, al final, sobre el tema de la soberanía.

Sin embargo, el Gobierno de Néstor Kirchner y su sucesora, su esposa y ahora viuda Cristina Fernández, aprendieron de los errores del pasado y cambiaron la estrategia, reclamando prioritariamente la soberanía de las Malvinas.

“Además de continuar con el reclamo en la ONU, también nos hemos acercado a otros bloques de países de los que han denominado ‘emergentes’”, explicó el Embajador.

Se han logrado consensos con otros países, y desde esos bloques se ha logrado algunas presiones para el Reino Unido para que se siente a negociar. Las medidas van desde no abastecer de combustible a barcos pesqueros, lo cual representa algunas molestias comerciales.

Según el reclamo de Argentina, en pleno Siglo XXI no es justificable que un país no quiera sentarse a dialogar. “Estamos en una época de diálogo y de establecer redes”, comenta el Embajador López, por lo que la postura de cerrar las puertas a las negociaciones no es viable desde ningún punto de vista.

ANIVERSARIO
Y aunque los argentinos consideran que la Guerra de las Malvinas fue un error, también han tomado este aniversario como un día clave para mantener vigente el reclamo sobre las Malvinas. En Argentina, la presidenta Fernández encabezaría manifestaciones y ofrecería un discurso en el que, nuevamente, exhortaría a Gran Bretaña a reconocer la soberanía argentina.

En las últimas semanas, los ministros del gabinete argentino exhortaron a las empresas a que encuentren alternativas para las importaciones británicas y amenazaron con llevar a juicio a los inversionistas británicos que canalicen capitales hacia las islas. Otros países latinoamericanos también han expresado su solidaridad con Argentina. (Lea también el reportaje: Las cicatrices de la Guerra de las Malvinas aún no cierran, páginas 6 y 7)