Erase una vez una saga…


Erase una vez, en una época ahora remota para Hollywood, un hombre llamado George Lucas que lanzó a la gran pantalla una batalla intergaláctica entre el bien y el mal y que tomó como rehenes a pobladores del mundo entero, cambiando para siempre la industria del cine.


Treinta años después de que Luke Skywalker, Darth Vader y Han Solo se presentaran en la Tierra como los protagonistas de «La Guerra de las Galaxias» el 25 de mayo de 1977, el impacto del sismo que causó la obra de ciencia ficción de Lucas sigue provocando réplicas.

Steven Spielberg ha sido considerado como el inventor de las pelí­culas espectaculares de verano, desde que lanzó «Tiburón» en 1975. «Pero ’La Guerra de las Galaxias’ se convirtió en un fenómeno empresarial. Fue el primer filme en lograrlo», recalcó Lew Harris, responsable editorial del sitio de internet especializado «Movies.com».

«Creó los productos derivados de las cintas, cambió la ciencia ficción, los efectos especiales, la manera como consideramos las secuencias de pelí­culas. Mucho de lo que aportó ’La Guerra de las Galaxias’ fue revolucionario», indicó el especialista.

La pelí­cula y sus cinco entregas posteriores -las últimas contando la historia previa del primer capí­tulo-, siguen ubicando a «La Guerra de las Galaxias» en la lista de las franquicias más lucrativas del cine, de la cual nacieron series de televisión, libros, historietas, videojuegos y juguetes.

En 2005, la revista mensual Forbes estimó que «La Guerra de las Galaxias» ha recaudado 20.000 millones de dólares en ganancias.

Por todo ello parece insólito que Lucas haya tenido que pasar los más difí­ciles obstáculos para realizar su cinta, que sufrió varios recortes de presupuesto a último minuto.

Durante su primera proyección ante los ejecutivos de estudio y directores, la acogida de ese público fue sencillamente gélida.

Spielberg fue uno de los pocos en prever el potencial de la pelí­cula, afirmando al productor Alan Ladd que se iba a convertir en «el responsable de Hollywood más feliz».

Ladd contó recientemente a la AFP que se convenció de cuán exacta podí­a llegar a ser la profecí­a del entonces joven Spielberg, cuando asistió a una proyección de prueba en San Francisco: «Desde que empezó la pelí­cula, con la escena increí­ble de la nave espacial rebelde seguida por la del Imperio, el público comenzó a gritar» de alegrí­a.

El resto es parte de la historia. Estrenada solamente en 32 salas, la pelí­cula alcanzó un éxito inédito casi de inmediato que permitió a Lucas rodar con completa libertad las dos próximas entregas «El Imperio contraataca» en 1980 y «El Retorno del Jedi» (1983).

«Antes habí­a habido segundas partes en el cine, pero los James Bond siempre fueron pelí­culas que se bastaban con ellos mismos», apuntó Harris, para quien con «La Guerra de las Galaxias», cada episodio parecí­a la pieza de un puzzle.

El éxito de la saga se explica también por su guión simple y sus personajes fuertes. «Es un cuento de hadas en un dí­a. Además, en el seno de esta aventura espacial fantástica, (Lucas) creó un mundo entero en el cual el público era transportado y sumergido», consideró el experto.

Pero las tres últimas entregas de la historia en 1999, 2002 y 2005, que también lograron una masiva asistencia del público, fueron criticadas por tener guiones débiles frente a un cuidado minucioso de los efectos especiales: «Los crí­ticos se quejaron de haber asistido a un gran videojuego».

Sin embargo Lucas, quien se convirtió en multimillonario, siempre se negó a hacerse responsable del hecho de que Hollywood optara por realizar pelí­culas sobre todo orientadas a la taquilla en vez de un cine menos ambicioso en el plano artí­stico pero con buenas historias.

«’La Guerra de las Galaxias’ no mató al cine ni lo infantilizó. Las pelí­culas para comer ’pop-corn’ siempre han prevalecido ¿Por qué la gente va a ver estas pelí­culas si no son buenas? ¿Por qué el público es tan estúpido? Esto no es por mi culpa. Yo simplemente entendí­ lo que a la gente le gusta ver, y Steven (Spielberg) también, y hacia allá vamos».

Quizás por ello las seis pelí­culas de «La Guerra de las Galaxias» están siendo proyectadas desde el miércoles en un gran auditorio de Los Angeles, donde miles de fanáticos viven la cuenta regresiva para celebrar el viernes los 30 años de la saga.

Ese mismo dí­a el correo de Estados Unidos pondrá a la venta una serie de 15 estampillas a 41 centavos de dólar con las imágenes de los seis episodios de la exitosa pelí­cula y se distribuirán unos 400 buzones en todo del paí­s ’disfrazados’ de pequeños robots R2-D2 «Arturitos».