Los equipos de socorro no daban abasto este lunes en el sur de Asia ante la magnitud de la crisis provocada por las torrenciales lluvias monzónicas, que han dejado aislados o desplazados a unos 25 millones de personas con un balance provisional de cerca de 1.500 muertos.
Las inundaciones provocadas por el monzón, las peores que se recuerdan en varias décadas, dejaron ya desde el mes de junio más de 1.450 muertos en India, Bangladesh y Nepal, los tres países más afectados por las inundaciones. Pero hasta que no bajen las aguas, el balance es provisional, pues muchas zonas siguen inaccesibles.
India dio cuenta de al menos 1.120 muertos. Bihar, al noreste, uno de los Estados más pobres del país, es también el más afectado. Según el responsable de los servicios de socorro, Manoj Srivastava, hay 11,5 millones de afectados.
Unas 6.000 localidades quedaron inundadas y dos millones de personas tuvieron que ser evacuadas, precisó.
Mientras, la población de las zonas afectadas está desamparada, sin agua potable, comida ni atención sanitaria. Un adolescente murió ahogado en una disputa por un paquete de ayuda humanitaria, informó la policía.
Los helicópteros lanzaron miles bolsas con velas, lonas y raciones de comida, pero muchos de ellos se hundieron, lamentaron los habitantes, que mirando a lo alto recibieron otra noticia mejor, al verse este lunes cielos despejados.
No obstante, la mejora de la situación depende del caudal de los ríos en el vecino Nepal, donde coincide que se están deshelando los glaciares himalayos.
«Si lleva aún más agua de Nepal, la situación empeorará», advirtió Job Zachariah, representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Bihar.
En Bangladesh, las lluvias monzónicas –que se prolongan anualmente de junio a septiembre–, dejaron 250 fallecidos, la mitad en los últimos diez días, según las cifras oficiales.
Mina, una vecina de Royhati Diapara (suroeste), explicaba la dramática situación: «Todas las casas del pueblo salvo una decena están sumergidas. No nos los esperábamos y por eso no habíamos almacenado alimentos. Ahora sólo comemos una vez al día, dos a veces».
Bangladesh está surcado por 230 ríos que cada año inundan al menos una quinta parte del territorio, aunque este año es aproximadamente el 40% del país el que está bajo el agua.
El jefe del gobierno interino, Fakhruddin Ahmed, lanzó un mensaje por televisión a la población: «Lanzo un llamamiento a la gente, sea cual sea su clase social o profesión, para que venga a ayudar voluntariamente a los afectados».
Finalmente, en Nepal, donde Naciones Unidas emprendió una operación de rescate para los casi 300.000 damnificados, al menos 93 personas murieron desde mediados de junio.