Israel entregó hoy los restos de 91 milicianos, incluyendo atacantes suicidas, a la Autoridad Palestina en un esfuerzo por inducir al presidente Mahmud Abbas a reanudar las conversaciones de paz.
Los 91 murieron cuando atacaban blancos israelíes, dijeron funcionarios palestinos. Al menos uno de los ataques ocurrió en la década de 1970.
Los cuerpos habían sido sepultados en féretros en Israel y fueron exhumados para su entrega. El funcionario palestino a cargo de la transferencia del jueves, Salem Khileh, dijo que funcionarios israelíes entregaron los restos a enlaces palestinos en el Valle del Jordán.
Setenta y nueve cadáveres fueron transportados a Ramalá y 12 a la Franja de Gaza.
Decenas de combatientes armados de la Yihad Islámica y familias que sostenían fotografías enmarcadas de sus parientes muertos dieron la bienvenida a los 12 ataúdes a su entrada a Gaza envueltos en banderas palestinas.
Las mujeres lloraban y arrojaban arroz y azúcar sobre los féretros. Policías de Hamas hicieron 21 disparos al aire para saludarlos.
Dos hombres armados, vestidos con uniformes negros y pañuelos, besaron la frente de la madre de un atacante suicida al llegar el vehículo que transportaba su cadáver. Su hijo de 21 años, Ramzi Obaied de la Yihad Islámica, mató a 24 israelíes en un ataque en Tel Aviv en 1996.
«Mi hijo era un héroe», dijo la mujer vestida de negro, que se identificó como Um Hidar. «El enemigo lo temía incluso después de su muerte, porque conservó su cuerpo».
El esposo de Mirvat Zaul, Mohamed Zaul, mató a cuatro israelíes en un ataque suicida en 2004 en Jerusalén. Dijo que pensaba que su hijo de 11 años se entristecería de escuchar que los restos de su padre serían devueltos a Cisjordania.
«Pero él estaba contento», indicó. «Dijo: ‘Voy a visitar su tumba a diario y a poner una flor ahí en su honor»’.
Ceremonias oficiales palestinas en honor de los muertos serían celebradas en Gaza y Cisjordania más tarde el jueves.
«Esperamos que este gesto humanitario sirva para fortalecer la confianza y para ayudar a reanimar el proceso de paz», dijo Mark Reguev, portavoz del gobierno israelí. «Israel está preparado para la reanudación inmediata de las conversaciones de paz sin ninguna precondición».
Abbas no ha dado indicios de que el gesto vaya a persuadirle a regresar a la mesa de diálogo.
El jueves dijo que los «principales obstáculos para reanudar las negociaciones» eran la negativa de Israel de congelar todas las construcciones de asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Oriental, y de negociar con base en las fronteras que tenía Israel antes de capturar esos territorios en 1967.
Los palestinos consideran esas áreas como el núcleo de un futuro estado que también incluiría a Gaza.
Israel rechaza esa exigencia. Las negociaciones palestino-israelíes se estancaron hace más de tres años y no se han reanudado pese a la mediación estadounidense.