Entre maestros y alumnos


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El estudio y el aprendizaje son situaciones dinámicas que se llevan a cabo como un proceso. Considero importante ayudar a las personas desde su niñez a interesarse en el estudio; a motivarles no solo por obtener buenas notas, sino a vivir con alegría y esmero la posibilidad de comprender y aplicar cada nuevo conocimiento. Este es un tema que sin duda alguna los pedagogos podrían ampliar y enriquecer, debido a que les pertenece.

Dra. Ana Cristina Morales


Sin embargo, al plantearlo, pretendo invitar a una discusión del mismo y a aportar la experiencia que he obtenido como docente, alumna y autodidacta.
Como alumna he tenido la oportunidad de tener a personas que han marcado mi vida de manera significativa. He aprendido de mis maestros, quienes han compartido sus experiencias de vida conmigo y, además, han tenido la capacidad de obsequiarme directrices para vivir.  Me gustaría mencionar de mi escuela primaria, a la maestra Eugenia Escobar.  Ella miraba más allá de que sus alumnas comprendieran lo explicado en clase, nos ayudaba a fortalecer nuestra autoestima, a visualizar las situaciones prácticas de la vida. 
En la secundaria mis maestras de elección fueron doña Carmen Zea Ruano y doña Olga de Barberena.  Ambas, estrictas, comprensivas y con un deseo profundo de que sus alumnas perseveraran en la vida,  ayudándonos a la obtención de un pensamiento práctico, humano y realista.  Incorporando en nosotras técnicas de estudio, que sin que nosotras nos diéramos cuenta nos ayudaban a fortalecer nuestra capacidad de comprensión y de síntesis.
 En el bachillerato, mi querida maestra doña María Teresa Hall de Arévalo, quien nos inculcó el amor a la literatura y a las letras, además de manera lúdica aprendimos de los personajes de los libros que abordábamos y nos dio un trato exclusivo con la finalidad de que cada una de sus alumnas nos sintiéramos especiales.
En el Conservatorio de Música, tuve el gran obsequio de mi vida, mi maestro de piano.  El maestro Juan José Sánchez.  Aprendí a apreciar la música, a ejecutarla, pero siempre le estaré agradecida por su empeño y esfuerzo.  Cada uno de mis dedos se encontraba paralizado, eran torpes y no aptos para tocar las teclas. Él con su dedicación y esfuerzo me ayudó, a que estos tuviesen la pericia de movilizarse en la ejecución de la música.  E incorporó en mí la sensibilidad a ésta, la capacidad de disfrute y asombro ante la misma y la interpretación desde adentro. No continué ejecutando música, cosa que me arrepiento, pero el placer por la misma continúa vivo, y alguna vez retomaré el piano.
En la Facultad de Medicina, mi maestra, la Dra. Bremely Díaz, me enseñó a defender mis ideas, a la perseverancia, a encontrar alternativas ante un mismo problema.  A que a un maestro también se le puede argumentar y discutir.  Que la ciencia tiene muchos caminos, para llegar a un mismo fin.
En la especialidad de psiquiatría no puedo dejar de mencionar a los doctores: Hugo Soto Chávez y Jorge Pellecer Badillo.  Maestros con una profundidad en la vida, que me ayudaron a comprender el dolor y el valor humano. Aun con nuestros momentos discrepantes.  De seguro, que me quedo corta con todos mis maestros de estudio y de vida, pero a quienes menciono son los que considero que tuvieron mayor influencia en ella.
Como maestra he aprendido a que se aprende más  enseñando que como alumna. He visto las dificultades que sienten mis alumnos, al sentirse torpes para aprender.  He tenido que enseñar desde la comprensión de lectura hasta el análisis crítico de lo que se lee, a motivarlos a que estudien por aprender y no solamente para sacar una excelente nota.  Ayudarlos a fortalecer su autoestima, que se siente debilitada ante los vacíos educativos preexistentes, a organizarse para captar lo esencial del tema y a no memorizar de manera sistemática.  He procurado darles más confianza en ellos mismos que la que ellos poseen.  Desglosando las cosas para que las puedan digerir de una manera más fácil; y con ello disminuyan sus miedos ante sus libros y sus lecturas.  Pienso que una de las labores más importantes en la obtención de los conocimientos es que estos se encuentren acompañados de un pensamiento crítico y analítico.  Así como que los alumnos vislumbren sus perspectivas de crecer y el poder que da la adquisición de los mismos.
No me resta más que agradecerle a la vida por la calidad de maestros que he tenido, esperando que de alguna manera en mi atributo de catedrática universitaria algo de todos ellos, les haya podido transmitir a mis alumnos.