Entre la violencia y la seguridad, crece la tensión en los autobuses


Empresarios de la ruta a Peronia propusieron aumentar en un quetzal la tarifa del pasaje, con la finalidad de costear la seguridad privada que implementaron en los buses. FOTO LA HORA: ARCHIVO

A diario, pilotos, ayudantes y usuarios son afectados por la ola de inseguridad que azota al paí­s. La tensión prevalece al conducir y abordar un bus, pues las unidades de transporte se han convertido en escenarios de muerte.

Mariela Castañon
mcastanon@lahora.com.gt

Un guardia privado de seguridad custodia la puerta trasera de un autobús, ya que muchos de los atacantes ingresan por esa ví­a. FOTO LA HORA: ARCHIVOUn niño pega su cara en el vidrio de un autobús de la ruta a la Zona 5, una de las más peligrosas del sistema de transporte. FOTO LA HORA: ARCHIVO

Los trabajadores del transporte urbano y extraurbano confiesan sentirse amenazados, inclusive de los pasajeros, ya que los delincuentes abordan las unidades como si fueran usuarios, cuando su única intención es atacarlos.

Hasta un gesto de buena voluntad representa temor para ellos, pues según un conductor de la ruta Maya, zona 18, en una ocasión una persona de la tercera edad se le acercó al ayudante para agradecerle por dejarlo en la parada solicitada, de una bolsa plástica sacó una fruta y se la regaló; esto intimidó al piloto, quien creyó que sacarí­a un arma para asesinar a su compañero de trabajo, pero no fue así­.

Esta tensión se deriva de malas experiencias, pues de forma similar sucedió el pasado 13 de noviembre, en el kilómetro 9 de la ruta a San Pedro Ayampuc, cuando un hombre mató al piloto Carlos René López Solí­s, quien viajaba junto al ayudante Héctor René Morales Muralles, a bordo de un bus que presta servicio en el lugar.

En esa ocasión, el victimario se acercó a la unidad de transporte para preguntar a Morales Muralles sobre una ruta que aparentemente desconocí­a, como «agradecimiento» entregarí­a una fruta cí­trica, sin embargo, lo que sacó fue un arma que acabó con la vida del conductor y dejó en estado de gravedad al ayudante.

«Nosotros mejor no nos arriesgamos, porque no sabemos quién nos va a hacer daño; hasta la persona más inocente puede matarnos», afirma un piloto de Las Villas.

A esto se suma la inseguridad que provocan los supuestos pasajeros, quienes suben a los buses y posteriormente comienzan a asaltar o acaban con la vida de los trabajadores del transporte público y los usuarios.

«Yo por eso miro a cada rato el espejo para que nadie me vaya a agarrar por la espalda, porque ahora ya no se sabe», dice un conductor de la ruta 40R.

Asimismo, los pasajeros expresan temor al abordar una unidad del transporte colectivo, porque los delincuentes viajan a su lado y posteriormente los despojan de sus bienes o arremeten en contra de todos, provocando nutridas balaceras que terminan con la vida de personas inocentes.

«Iba a la par mí­a parado, se miraba normal, de repente empezó a asaltar el bus por atrás, junto a otro hombre que lo hizo en las primeras filas», dice una jovencita que viajaba en un bus de la ruta 10 de Mixco.

Diario La Hora ha conversado con los guardias de seguridad que custodian diferentes rutas de transporte, en donde se admite que aunque se sienten cansados prefieren no sentarse «por mayor seguridad».

A pesar de que los mismos pilotos les ofrecen un asiento, los guardias prefieren no tomarlo porque dan fe que en otras ocasiones lo han hecho y la reacción para defender a los pilotos y usuarios ha sido tardí­a.

A criterio de los pasajeros, la actitud del guardia con la mano en la cintura para desenfundar el arma en cualquier momento causa más temor, porque da la impresión que podrí­an disparar contra ellos sin ser delincuentes; sin embargo, los agentes afirman que lo hacen para evitar un ataque malintencionado.

Según las fuerzas de seguridad, noviembre y diciembre son los meses donde se reportan altos í­ndices de delincuencia en el paí­s, ya que los asaltantes aprovechan para despojar a la gente que cuenta con mayor efectivo, principalmente a finales de año.

Por ello, según la Policí­a Nacional Civil (PNC) cuenta con planes de prevención para contrarrestar la problemática, pues varios agentes han sido desplegados en las paradas de buses, además algunos viajan en las rutas más peligrosas para enfrentarse a los delincuentes cuando sea necesario.

CONSEJOS Medidas de prevención


De acuerdo con la institución, es necesario que la población tome sus propias precauciones para evitar ser ví­ctima de un asalto o que reaccione de forma inmediata cuando se suscite un hecho de esta í­ndole, por lo que se recomienda:

– Si el bus es atracado guarde la calma, no insulte al delincuente ni se altere porque podrí­a provocar su ira.

– Solicite ayuda a los agentes desplegados en las paradas, trate de darles el mensaje desde la unidad para que le entiendan.

– No utilice objetos de valor en un bus.

– No muestre a nadie el dinero en efectivo.

– Realice transacciones bancarias.

– Si se suscita una balacera resguárdese debajo de los sillones del bus para no ser alcanzado por una bala.