Entre el trabajo extenuante y la vida familiar


Eduardo_Villatoro

Como dijera algún exquisito, por estar sufriendo ligeros “quebrantos de salud”  y para darle reposo a mis contados lectores, eludo asuntos vinculados con el acontecer político o polémico, y doy lugar a un interesante correo que me envió mi amigo politólogo shecano Miguel Ángel Barios que se refiere al trabajo y la vida familiar.

En muchos países industrializados los empleados de empresas privadas e instituciones públicas, incluyendo ejecutivos, entran puntualmente a sus labores, pero también salen a la hora exacta.

Eduardo Villatoro


En el supuesto de que el horario laboral sea de 9:00 a 17:00 horas, las tareas que se asignan se realizan dentro de ese lapso, puesto que a los jefes superiores les interesa que sus subordinados también disfruten de su vida personal, porque el trabajo no debe sustituirla, sino complementarla. El mejor método de encontrar el equilibrio para que una persona sea sana en aspectos psicológico, emocional e intelectual es que le dedique tanto tiempo a sus relaciones personales como a sus actividades laborales.

Empresas o instituciones de América Latina obligan a sus empleados a posponer su vida personal para un futuro que nunca llega, señalan expertos en relaciones humanas, y puntualizan algunos factores que deberían preocupar a cualquier firma privada o dependencia estatal, porque son síntomas de que algo anda mal:

A) Exceso de juntas, particularmente de aquellas en las cuales se discute mucho, pero no se arriba a nada concreto; b) Planes y proyectos muy bien elaborados que rara vez toman forma, y c) Premiar a quien permanece trabajando dos o tres horas después de la hora de salida; todo lo cual sucede por tres razones: 1- Porque no le alcanza el tiempo (síntoma de ineficiencia o incapacidad por parte del trabajador o empleado). 2- Se le ha asignado más trabajo durante el tiempo del subordinado (síntoma de ineficiencia de la empresa o institución o de quien fije el trabajo). 3- Hizo tareas ajenas al trabajo durante el período asignado (deshonestidad del trabajador) y, por lo tanto, debe reponer el tiempo perdido.

Cualquiera de los esos tres casos sucede con alguien y afecta el trabajo de otros, que, como consecuencia, también se tendrán que quedar a completar su responsabilidad

Por lo consiguiente, suelen registrarse estas circunstancias: a) Todos los ejecutivos o directores deben estar siempre disponibles, a cualquier hora de todos los días, obligándoles a tener encendidos sus celulares. b) Estos empleados  reciben mensajes oficiales electrónicos enviados a altas horas de la noche o en la madrugada y durante los fines de semana, asuetos y hasta en vacaciones. c) Entre los ejecutivos hay un alto índice de divorcios y/o de infartos y crisis nerviosas. d) Los familiares, especialmente esposas e hijos de esos directores, se quejan del tiempo excesivo que éstos dedican a la empresa. e) El único tema de plática en las reuniones donde coinciden personas de la misma dependencia se relaciona con el trabajo, y f) Los ejecutivos descubren que ir a al cine, teatro u otros centros de diversión se vuelve una actividad excepcional.  

El mensaje precisa que debe meditarse que en el trabajo, aunque importante, otra persona lo puede reemplear, porque nadie es indispensable; pero en el hogar uno “casi” es imprescindible.

(Al salir a la calle, la mujer del ejecutivo Romualdo Tishudo le dice: -Mi amor, ¿Ya viste lo tierno y cariñoso que es el nuevo vecino con su esposa? ¡Cómo la besa y acaricia! ¿Por qué vos no hacés lo mismo? -Porque a mí ni siquiera me han presentado a esa señora).