El argentino Gonzalo Higuaín, el español David Villa, el alemán Jerome Boateng y el italiano Fabio Cannavaro son algunas de las figuras que acaban de aclarar su futuro y podrán disputar el Mundial sin temor a las malditas lesiones que están aquejando el torneo en la recta final.
«Las grandes compras se hacen antes de la Copa del Mundo. En 1998, había tomado mis disposiciones para que los jugadores tuvieran todo arreglado antes. Si no, eso desestabiliza y puede arruinarte un jugador», explica con palabras sabias el ex seleccionador francés Aimé Jacquet, campeón en Francia-1998.
El Pipita Higuaín recibió ayer esa enorme tranquilidad al prolongar por tres años adicionales, hasta el 2016, con el Real Madrid, que se negaba a aumentarle el contrato pese a los 29 tantos festejados en la temporada, 27 en liga. Algunos rumores lo vinculaban con la Juventus de Turín.
«Me he ganado la llamada con trabajo y esfuerzo. Por suerte, pude aprovechar mis oportunidades y mi pelea dio sus frutos», afirmó Higuaín, mentalizado para el arranque ante Nigeria el sábado, cuando formaría dupla de ataque con Leo Messi.
En España, su goleador David Villa, de 28 años, piensa únicamente en darle el primer título ecuménico a la Roja, después de firmar con el Barcelona su traspaso desde el Valencia a cambio de 40 millones de euros.
De hecho, hace un año durante la Copa Confederaciones, cuando se rumoreaba este mismo traspaso, el «Guaje», autor de 21 tantos en la Liga, tuvo que recluirse y pedir a la prensa que deje de arrinconarlo con ese tema. «La verdad que la estoy pasando mal», había dicho.
Esta vez, el Barí§a tomó nota del pedido de Villa. «Quiero ver resuelto mi futuro antes del inicio del Mundial para afrontar la cita con más tranquilidad» y seguir sumando a la cuenta de 36 goles en 55 partidos con la «Roja», para felicidad de Vicente del Bosque.
En cambio, Cesc Fábregas parece ser el que sufrirá esta vez. Barcelona negocia con Arsenal, que ya ha rechazado una primera oferta. «Respecto al interés del Barcelona, está pensando solo en la selección, está tranquilo», dijo Pedro, casi de compromiso.
El volante argentino del Benfica íngel di María, pretendido por el Real Madrid, también está viviendo ese entuerto, aunque la titularidad que le asigna su técnico Diego Maradona es un aliciente. Sin embargo, nadie le asegura que una lesión en Sudáfrica-2010 le trunque su destino merengue.
Encima, el Mundial-2010 parece sufrir un maleficio que preocupa a los cracks, porque varias figuras se han caído de su firmamento.
El alemán Michael Ballack, el ghanés Michael Essien, el nigeriano Obi Mikel y el inglés Rio Ferdinand son sólo algunos ejemplos que hasta han alarmado a la delegación de Brasil y Argentina. «Por suerte no nos tocó ninguna lesión», contó Martín Demichelis, al tanto de los otros casos.
El Manchester City se apuró a firmar con el alemán Jerome Boateng, de 21 años. Su nuevo DT, Roberto Mancini, incluso le tiró una soga al apurar el fichaje.
«Es bueno para Jerome haber firmado antes del Mundial, por lo que ahora puede concentrarse en jugar con Alemania», afirmó.
No todos tienen crédito eterno. Eso lo sabe hasta el capitán de Italia, Fabio Cannavaro, que quiso asegurarse una jubilación dorada con su acuerdo a los 36 años con el Al-Ahli de Dubai de Emiratos írabes Unidos, un torneo que le aportará poco a su final pero mucho dinero.
«No quería esperar. Quería una nueva experiencia», se conformó Cannavaro.
El punta serbio Nikola Zigic, que pasó hace poco del Valencia al Birmingham inglés, el volante paraguayo Cristian Riveros que fue transferido del Cruz Azul al Sunderland inglés o el defensa luso Ricardo Costa, del Lille al Valencia, son otros que jugarán con la cabeza fresca, con futuro asegurado.